Devocional de 10 días para… un papá que deja huellas

“Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello y le besó.” Lucas 15:20

Llegó sucio, sin una moneda de la herencia que le habían dado. Había pisoteado la dignidad de su padre. Para colmo, olía a cerdo, animal impuro para un judío. Pero nada de eso detuvo a su padre. En vez de levantar una piedra, abrió los brazos. En lugar de quedarse a lo lejos, corrió a su encuentro, aunque eso fuera motivo de burla para un anciano. Todo dolor se esfumó cuando ese padre vio a su hijo perdido regresar a casa. Lo besó y le mostró el amor que solo papá puede dar.

De la misma manera, Dios es un Padre que se acerca. En medio de nuestra suciedad, Él corre hacia nosotros, nos recibe en casa. Él es la cercanía perfecta. Pero ¿te has dado cuenta de que a ti, como padre, también te dio esa capacidad? Cuando te acercas sin juicio a tu hijo adolescente, cuando levantas a tu pequeño que se golpeó, cuando abrazas a tu hija después de sufrir bullying en la escuela… estás reflejando el corazón cercano del Padre.

Papá. Tu cercanía es una muestra tangible del amor incondicional de Dios.  Así nos muestras el amor incondicional de Dios.