Cuando te levantas temprano en la mañana, alguna vez  te has puesto a pensar que ese NO es el lugar en el que te gustaría estar? que en vez de levantarte de tu cama como todos los días, quizá te gustaría después de dormir amanecer en otro lugar, sin las mismas obligaciones de todos los días y sin preocupaciones o problemas pendientes, sería bueno verdad?

Alguien alguna vez mencionó que el cuerpo físico solo está en el lugar donde su Espíritu se encuentra, parecen palabras complicadas, sin embargo este criterio refiere a la condición espiritual de las personas, ciertamente no podemos cambiar nuestra realidad, sin embargo por medio de la intimidad con el Espíritu Santo si podemos disfrutar de vidas libres, las cargas son más fáciles cuando las ponemos en el lugar correcto: «los pies de Jesús», cuando nuestra vida está a cuentas con Dios, levantarse da gusto…

² Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. ³ Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo. (Hebreos 12: 2- 3) (NVI)

Un gran amigo mío en su lecho de muerte mencionaba ver a Cristo junto a él consolándole, cuando murió la posición de su cabeza se encontraba  reclinada hacia un lado  como si descansara en las manos de alguien, las personas que lo vieron afirmaban que su rostro reflejaba paz.

Hoy quiero animarte a poner toda tu confianza en Cristo y a considerar que tu lugar no es aquí en este mundo, sino a la diestra de Jesús, allí donde estarán aquellos que han puesto su confianza en Él.