Adviento, noticias de gran gozo

Adviento significa “Venida del Redentor”.

Durante esta época navideña preparamos nuestra mente y corazón para recordar y reflexionar acerca de la venida de Cristo como Dios hecho carne.

Sea cual sea la situación que estemos viviendo, celebrar que el Hijo de Dios se hizo hombre, hará que estas fechas tengan mayor profundidad en nuestros hogares porque tendremos presente la razón por la cual celebramos Navidad.

“Pondré enemistad entre tú y la mujer,

Y entre tu simiente y su simiente;

Él te herirá en la cabeza,

Y tú lo herirás en el talón” (Génesis 3:15)

Estas palabras fueron dichas por el mismo Creador del universo.

Imaginemos la escena: Adán y Eva en el jardín del Edén cubriendo su desnudez luego de haber comido el fruto prohibido. Junto a ellos, serpiente antigua, Satanás, quien les había mentido al decirles que, si comen de ese fruto, serían como Dios.

Una escena realmente escalofriante y desesperanzadora. El pecado entró al mundo y con el pecado, la separación eterna de Dios.

Sin embargo, Dios les reveló su pacto de gracia al prometerles a un Salvador.

Luego de muchos años, la virgen María supo que esperaba un bebé. El ángel Gabriel le anunció que su futuro hijo “sería grande”. La simiente de Dios, Jesús, sería grande.

No obstante, el método de la gracia de Dios sería costoso: el talón del Salvador iba a ser herido, derramaría su sangre a favor de los pecados de la humanidad.

El apóstol Pablo lo afirmó en Gálatas 4:4-5:

“… cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley. Dios lo envió para que comprara la libertad de los que éramos esclavos de la ley, a fin de poder adoptarnos como sus propios hijos”

El nacimiento de Jesús es el cumplimiento de la promesa de Dios a un mundo caído. El sacrificio de Jesús quita nuestros pecados y anula toda acusación de la serpiente contra nosotros.

A causa de, ahora aguardamos el regreso de Jesús, quien triturará la cabeza de Satanás para siempre.

De esto se trata el Adviento: recordar la encarnación del Hijo de Dios para redimirnos y darnos vida eterna junto a Él y preparar nuestros corazones para celebrar el verdadero sentido de la Navidad.

Preparando Nuestro Corazón

Es impresionante como van creciendo nuestras ciudades.  Cuando mi hermana y yo éramos niños, nuestros padres nos llevaban a visitar a un tío muy querido. Él vivía fuera de la ciudad en aquel entonces. Recuerdo que, para llegar a casa de mi tío, el autobús nos dejaba en una parada y luego teníamos que caminar por una calle que no tenía asfalto.  Era bastante rústica, donde había tramos de tierra y otros eran empedrado. Tampoco contaba con alumbrado público por lo que le daba mayor emoción a nuestra infancia.

Actualmente, el mismo lugar que para nosotros era precario, ahora es un hermoso conjunto y ya no es distante porque la ciudad sigue creciendo a lo largo y a lo ancho.