Ayudadoras

«Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido es Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía.»  Hechos 9:36

Hay muchas cualidades que definen a la mujer, pero una de las que Dios nos dio es la de ser ayudadoras. En nuestro tiempo, esta idea puede parecer controversial, pues algunos la asocian con debilidad o inferioridad. Sin embargo, ser de ayuda es una manifestación de fortaleza, compasión y capacidad para marcar la diferencia en la vida de otros.

Dorcas fue una mujer que entendió esto perfectamente. La Biblia dice que ella abundaba en buenas obras, y su vida dejó una huella tan profunda que, cuando murió, muchas mujeres lloraron su partida y mostraron las túnicas que ella les había hecho en vida. Dorcas no hacía el bien para ser recordada, pero fue su amor lo que llevó al apóstol Pedro a orar por ella, y Dios, en su gracia, la trajo de vuelta a la vida.

¿Cómo quieres ser recordada? No se trata de buscar reconocimiento, sino de vivir con un corazón dispuesto a ayudar. Recuerda que es Dios mismo quien recompensa cada ayuda que, en amor, brindas a otros.