Como estadounidense que creció en una cultura de América Latina, mis ideas de espacio personal han variado entre «No creo en espacio personal» a «por favor manten tu distancia de mí, me siento incómodo.» Hay muchas teorías acerca acerca del espacio personal, contacto físico, y las formas en que nos afecta. En muchas culturas el espacio personal se valora mucho. En otras culturas, el espacio personal es casi inexistente. La cultura latinoamericana es una de las más abiertas al contacto físico. Es una cultura donde un besito es lo más común en el contacto físico en amistades.
Como Cristianos estamos llamados a hacer lo que podamos para ayudar a nuestros amigos a superar momentos difíciles. En Job 2 los amigos de Job vienen a consolaro. Nosotros muchas veces pensamos en el consuelo como una cosa verbal; sin embargo, el autor de Job sugiere otra cosa. Los amigos de Job comienzan confirmándolo, simplemente sentándose con él en silencio durante siete días. Este gesto no verbal sugiere más que cualquier palabra que se pueda expresar, un concepto reforzado en los siguientes capítulos una vez que los amigos de Job comienzan a hablar.
El autor de Job argumenta que es la forma física, y no verbal la que nos ayuda a comunicarnos en situaciones difíciles. Aquí es donde un abrazo de un amigo puede ayudar más que cualquier otra cosa. El contacto físico comunica algo más poderoso que las palabras. Da una sensación de seguridad, la promesa de: «yo estoy aquí para ti.»
