“Decidí donar mensualmente porque veo el fruto: HCJB lleva esperanza a familias y transforma hogares. Mi aporte, junto al de muchos, hace posible que el amor de Dios siga llegando donde más se necesita.”

“Como mujer que crió sola, en HCJB encontré ejemplo y enseñanza. Aprendí sobre el perdón, y esa verdad me transformó a mí… y a mis hijos. La radio se volvió escuela y abrazo para nuestro hogar.”

“Vivía cambios duros —separación, hijos lastimados, presión económica— y me sentía juzgada. En HCJB escuché que ‘Cristo no nos condena’, y mi vida se rediseñó con la gracia de Dios. Ahora los escucho casi ocho horas diarias: su misión transforma corazones y hogares. ¡Gracias!”

“Gracias, HCJB. Fui convencida a hacerme socia donante cuando escuché que mis hijos empezaron a aprender canciones a través de la radio y a memorizar versículos bíblicos. Entendí que HCJB trasciende generaciones.”

“HCJB, gracias por hablar del perdón. Justo estaba pasando un momento muy difícil y el perdón me ayudó muchísimo. Hoy inicio sin resentimiento, sin deseos de venganza; comienzo esta semana mirando la cruz de Jesús y su infinito amor. Vivir con el corazón en paz y tranquilidad es un regalo de Dios. Sigan hablando de este tema que es como agua en el desierto. Dios habló a mi corazón en cada palabra que se compartió en la radio. ¡Muchas gracias! ¡Dios les bendiga!”

“Sin que ustedes lo sepan, se han convertido en mis maestros, porque programas como los que producen hacen que crezcan los hogares, se fortalezcan las relaciones familiares y la economía del hogar sea administrada con sabiduría. En fin, el amor de Dios se siente.”