El éxito del uso de «la radio» desde un tren para atraer a las multitudes inspiró a Clarence Jones y a D.S. Clark a construir «La Radio Rodante.» Para eso, se equipó un camión del año de 1936 con un transmisor portátil, un generador y altoparlantes así se «difundía» el evangelio por todos los alrededores.
Preocupado por la seguridad, Clarance Jones consiguió una autorización firmada por el presidente del Ecuador, que le permitió la libre difusión desde cualquier lugar público del país.
Pastores ecuatorianos tuvieron un papel integral en este ministerio del evangelio rodante. Los misioneros de C&M A, D.S. Clark y Reuben Larson fueron los mentores líderes en el evangelismo.