¿Tienes caspa? Es un problema muy habitual y molesto. Por ello, te proponemos tres remedios caseros con ingredientes naturales para combatirla de forma eficaz sin dañar el cabello. La caspa es uno de los problemas estéticos más comunes. Se caracteriza por una descamación del cuero cabelludo a causa de bacterias y hongos que crecen en el mismo. La proliferación de estas bacterias suele deberse a un uso diario de champú o un exceso de cantidad que asfixia las células sanas del pelo; aunque, también puede deberse a problemas hormonales o alimenticios.
- Aceite de oliva
La sequedad es una de las causas principales de la caspa. El aceite de oliva se ha usado desde hace muchos años como remedio natural para combatirla. Tan sólo tienes que frotar el cabello con unas gotas de aceite. Con un poco es suficiente. Una cantidad excesiva puede llegar a engrasar el cabello. Deja actuar toda la noche y lávate el pelo a la mañana siguiente. ¡Verás como notas la mejoría!
- Vinagre blanco
Uno de los remedios más efectivos contra la caspa, ya que ayuda a equilibrar el PH del cuero cabelludo controlando la descamación. Se recomienda aplicarlo de la siguiente forma para obtener los mejores resultados: Lava el cabello con una mezcla que lleve una parte de vinagre blanco y tres de agua. Masajea con las yemas de los dedos realizando movimientos circulares por todo el cuero cabelludo. Si en un par de semanas la caspa no remite. Aplica la mezcla directamente sobre el cuero cabelludo y deja actuar toda la noche. A la mañana siguiente lávate el pelo con el champú que utilices habitualmente. Recuerda que el champú y todo tipo de productos que utilices para el cabello deben ser lo más naturales posibles, sin químicos ni sustancias tóxicas.
- Aloe vera
El aloe vera tiene innumerables beneficios para la piel. Es por ello que es uno de los ingredientes más empleados en productos de cosmética. Sus propiedades antibacterianas ayudan a controlar la caspa y tratar la seborrea.Aplica el jugo de aloe vera directamente sobre el cuero cabelludo. Masajea y deja actuar durante unos minutos para que se absorba. Después, enjuaga con agua tibia y lava con un champú suave.
