El Tejedor 240
Un hombre albergó mucho dolor en su corazón tras ser golpeado por la tragedia. El amor de una madre, le permitió reconciliarse con el amor y con la vida. Acompaña al Tejedor de Historias en esta narración.
Escucha la historia en:
+593 2 3980 893
Mauricio Patiño Bustos2019-09-09T00:15:24-05:003 abril, 18|
Un hombre albergó mucho dolor en su corazón tras ser golpeado por la tragedia. El amor de una madre, le permitió reconciliarse con el amor y con la vida. Acompaña al Tejedor de Historias en esta narración.
Escucha la historia en:
Verónica Saavedra2018-01-15T10:04:08-05:0015 enero, 18|
Cervantes lo dijo bien “Las comparaciones son odiosas.” Nos pueden dejar sintiendo menospreciados y sin valor, o, por otro lado, podemos presumir e hincharnos de orgullo. Preferimos evitar esos sentimientos desagradables en nuestras vidas como mujeres y madres. ¿Entonces por qué hacemos comparaciones todo el tiempo entre nuestros hijos y otros niños?
Cuando nuestros hijos son pequeños, estamos siempre vigilando su desarrollo y comparándolos con otros bebés de la misma edad. Y está bien hacerlo si nuestra meta es asegurar el desarrollo normal de nuestro bebé. Pero debemos tener en cuenta que cada niño tiene su proprio ritmo y el rango de “normal” es muy amplio. Quizás tu bebé será el último en su grupo de pares en aprender a gatear, pero no te sientas mal por eso. Es poco probable que cuando sea una persona adulta las personas pregunten acerca de la edad cuando aprendió a gatear. Estos son asuntos pequeños en el gran esquema de cosas.
Y si al hacer comparaciones te das cuenta que tu hijo necesita una ayuda extra para alcanzar un hito de desarrollo normal, no te desesperes. El descubrimiento de un área en la que debe desarrollarse tu hijo, es una oportunidad para ayudarlo, nutriéndolo para que crezca en las capacidades que Dios le ha dado. Dios mismo nos dijo en la Biblia que “Somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica,” (Efesios 2:10). Creados en Dios, con propósito, se aplica tanto al niño precoz como al niño discapacitado. Todos tenemos valor.
Es importante reflexionar sobre lo que estamos valorando cuando hacemos comparaciones. Muchas veces nos sentimos desilusionadas al comparar nuestros hijos con otros porque estamos valorando cosas fugaces como el estatus, la popularidad y la admiración de otros. Pero no son los valores del reino de Dios, un campo en el cual la diversidad es sumamente importante. Nadie será el mejor todas las áreas porque Dios no lo diseño así. De hecho, Él quiere que seamos una comunidad diversa, dependiendo y preocupándonos los unos por los otros.
1 Corintios 12:18-20 dice: “En realidad, Dios colocó cada miembro del cuerpo como mejor le pareció. Si todos ellos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo.” Dejemos de hacer comparaciones entre nuestros hijos y otros para empezar a destacar y celebrar las diferencias que reflejan la diversidad del cuerpo de Cristo.
Beth Saavedra
Iglesia la Viña Quito
www.vinaquito.com
Anabella Cabezas2017-05-07T11:00:45-05:007 mayo, 17|
La mayoría de las veces la maternidad es un motivo de gran expectativa y gozo, pero no siempre es así. Es el caso de las mujeres que desesperadamente anhelan tener hijos y no pueden concebir, o aquellas que no están preparadas para ser madres, y les toma por sorpresa, o las madres que no disfrutan de una buena relación con sus hijos. Las exigencias de la maternidad a veces pueden abrumar y superar las alegrías. No obstante, hay una cosa que el amor maternal siempre necesita, y eso es sabiduría.
Ser una madre sabia, no significa que ella siempre tiene la respuesta correcta, que entiende cada dilema y actúa con infinita paciencia. Una madre sabia no es una madre perfecta (esto no existe), pero sí es apasionada, leal y confía que Dios siempre está actuando. Tendemos a tener altas expectativas de las madres, y probablemente la mayoría de las madres tienen incluso mayores expectativas de ellas mismas. Una madre sabia sabe cómo verse a sí misma, su rol y sus relaciones en el contexto de la verdad y el amor. Ella es a la vez optimista y realista. Y finalmente reconoce sus propias limitaciones, y descansa en el conocimiento que solo Dios es perfecto.
La esencia de una madre sabia no se encuentra en la aplicación de las últimas teorías sobre cómo criar a los hijos. Más bien se origina en la determinación de amarlos para que ellos aprendan a amar y servir a Dios y a los demás. Mientras ella busca a Dios, enseña a sus hijos a hacer lo mismo, comparte lo que ha aprendido, tanto de su propia experiencia como de las Escrituras.
- ¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré. (Isa 49:15 LBA).
Manuela Davila2017-04-03T10:18:04-05:003 abril, 17|
Quizá hayas pensando esto más de una vez “¡Qué difícil es ser mujer, súper difícil ser esposa y casi imposible ser mamá!”
¿Recuerdas la recta numérica? Números positivos hacia un lado y números negativos hacia el otro. Muchas veces estamos en el lado positivo y negativo de la misma, con un pensamiento que permanece en nuestra mente por días enteros: “Soy demasiado…”. Demasiado buena o demasiado mala.
Tendemos a juzgar todo lo que hacemos y somos muy duras en medir o calificar nuestro rol de esposas y madres. Buscamos la perfección en las actividades que hacemos para garantizar que todo en el hogar se desarrolle con un ritmo constante. Nos frustramos fácilmente cuando algo nos sale mal o si está fuera de lo que hemos pensado. Nos estresamos y muchas veces desahogamos estas fallas en nuestros hijos.
No permitas que la inseguridad y el miedo te roben el momento que estás viviendo con tus hijos; debemos mirar nuestro corazón. La Biblia es clara en Proverbios 4:23 RVC
“Cuida tu corazón más que otra cosa, porque él es la fuente de la vida”.
Porque es en tu interior donde Dios comienza a obrar, es ahí donde siembra esa semilla para desarrollar una influencia eterna que impacta la vida de nuestros preciosos hijos.
Permite que tu corazón sea el lugar donde Dios pueda trabajar de manera libre; cede a Sus planes y propósitos todo lo que has planeado, deja que te guíe a cumplir Su voluntad de una manera firme y segura. No importa el esfuerzo o las dificultades que tengas que atravesar en este precioso camino de la maternidad. Todo lo que hagas, nunca será en vano delante de Dios. Confía en Él, tus hijos necesitan una mamá segura de sí misma.
¿Te has preguntado cómo puedes dejar la queja y la preocupación de lado y comenzar a disfrutar de la vida que tienes? Acepta lo que eres delante de Dios, esa mujer que puede lograr sus metas, dejando sus preocupaciones delante del Señor y confiando en su fortaleza para sacar adelante a la hermosa familia que nos dio.
MDC/ag
hcjbadmin2019-07-07T04:53:44-05:0026 julio, 16|
«Arregla tu cuarto», «ven a comer que se enfría», «¿ a qué hora vas a venir?, «ponte saco», son algunas de las frases que probablemente has escuchado provenir de tu madre a lo largo de tu vida. La mía no es muy diferente, siempre está tratando de corregirme la postura, de peinarme o de darme consejos. Esos consejos y las largas conversaciones la han convertido en la mujer a la que más admiro, a la que más amo y en un ejemplo de Cristo en mi vida. Probablemente no tengas una buena relación con tu madre y debido a eso han puesto varias barreras entre ustedes que poco a poco han afectado su relación . A veces damos por garantizado la existencia de nuestra madre pero sabemos, aunque no lo esperamos, que algún día tendrá que partir de nuestro lado.
La sabiduría de una madre que deposita su corazón en Dios sobrepasa la sabiduría del mundo en muchísimas maneras. Ella es quien te conoce mejor, sabe qué es lo que buscas, ora por todos tus planes, por todos tus sueños y te pone frente a Dios antes que ella misma.
Recuerda que solo tienes una y que cada día que pasas con ella es un regalo de Dios, una forma de mostrarte su amor y su gracia. Puede que tengas problemas y conflictos en la relación con tu madre, pero recuerda que Dios no se olvida de ti, que si tú lo pones a Él en primer lugar, buscas de su presencia y lees continuamente su Palabra, te ayudará a restaurar la relación con ella. A lo largo de la Biblia podemos encontrar varios ejemplos de madres que probablemente tú nunca hayas escuchado, que no solo guiaron la vida de sus hijos sino que fueron instrumento de Dios en sus propósitos. Entre ellas tenemos a María, madre de Jesús; Noemí, suegra de Rut; Ana, la madre de el profeta Samuel y Eunice, madre de Timoteo.
Aquí te dejamos algunos versículos que te ayudarán a recordar a amar, respetar y honrar a tu madre. Las palabras claves están subrayadas para que sea más fácil acordarte de lo que dice la Palabra de Dios.
Nuestra pasión es conectar a la familia de América Latina con Dios a través de streamings de radio, blogs, videos y herramientas que nos ofrecen las plataformas digitales.
NUESTRAS EMISORAS
89.3 FM Pichincha
96.1 FM Tungurahua y Cotopaxi
98.3 FM Esmeraldas
92.5 FM Manabí
Suscribete a nuestro Newsletter
+593 (2) 398-0670
Oe2 Vozandes N39-85 y Juan Diguja, diagonal al Hospital Axxis.
Quito, Ecuador
Código postal 170508
No te lo puedes perder:
No te lo puedes perder: