Las Oportunidades
Más temprano de lo que tú te imaginas las oportunidades presentarse en la puerta de nuestra vida.
¿Te encuentras preparado o preparada para aprovechar y celebrar cuando llegue tu oportunidad? Con frecuencia las oportunidades nos visitan de sorpresa y se alejan del mismo modo llevándose el cargamento de éxito que traían para nosotros.
Una oportunidad es bien aprovechada cuando estamos preparados con la mente, el alma y el espíritu para tomarlas y hacerlas que jueguen a nuestro favor. En la mente se cultiva todo el conocimiento que nuestra voluntad lo decida. Por lo tanto, una mente capacitada y despierta está lista para actuar frente a las oportunidades.
El alma, mientras tanto, prepara el terreno de nuestras emociones para responder con pasión a los estímulos del pensamiento. Cuando hacemos un trabajo con la dosis de pasión requerida se proyecta a nuestro favor un gran clima de confianza y donde hay confianza y seguridad es más fácil ver y tomar una oportunidad.
Nuestro espíritu, en cambio, es el sello de identidad que nos hace únicos y nos pone en línea con Dios, con sus principios, con su sabiduría, quien nos guía para encontrarnos y tratar con cada oportunidad que se presente.
Para aprovechar las oportunidades es preciso haber entrenado la mente, el alma y el espíritu. Por lo tanto, si desarrollas tus aptitudes naturales hasta convertirlas en competencias, las oportunidades serán tu punto de partida hacia el desarrollo de toda tu vida.