Carta a Jesús… Soy yo de nuevo.
En mi vida existieron días en los que lo tenía todo y sentía el vacío de no tener nada, luego llegaron aquellos en los que no había nada y tan solo con tu presencia lo tenía todo.
Hubo días en los que todo era fiesta y alegría, en los que siempre sonreía; pero sabía que las cosas vanas engañaban a mi tristeza, dibujando falsamente una sonrisa. Llegaron días en los que el dolor y la tristeza se apoderaban de mi vida, pero tan solo saberte cerca me llenaba de alegría.
Hubo tiempos en los que la gente me admiraba y aplaudía, era la atracción. Aun así, yo sabía que, a ti, a ti, no te agradaba. Pronto llegaron otros en los que nadie confiaba en mí, en los cuales todos me criticaban; pero, aun así, podía sentir, que yo causaba un brillo en tu mirada.
Hubo días de triunfos repetidos de batallas bien libradas, en los cuales a lo que le apostaba, yo ganaba; pero el fondo mi alma de derrota eterna se llenaba. Luego llegaron días en los que todo lo perdí, batallas, negocios, amigos y familia; pero a tu lado mi alma festejaba la victoria eterna de la vida.
Que loco has sido Jesús, que loca ha sido mi vida…
Que loca ha sido la ruta, que loca ha sido la vía…
Que loco he sido yo, creyéndome dueño de mi destino, que loco me creen ahora cuando les confieso que eres tú el Señor de mis caminos.
La verdad Jesús, es que ahora cuando para todos estoy perdido, es cuando más claro estoy del lugar en el cual me encuentro.
Estoy agradecido por la fortuna de reencontrarte y de disfrutar la vida a tu lado.
Vivo asombrado por el poder de tu perdón, tu gracia y tu misericordia.
Gracias Jesús, por todo lo aprendido, por el valor que me has dado…
Yo, que he probado de tu amor infinito puedo decir al fin hoy: Me he saciado.
Contigo todo lo puedo, y al fin….
¡Al fin soy yo… de nuevo!
ESCRITO POR: FEBRO ISRAEL S. S
ADAPTADO POR: KAROL DENYSSE