• Hidratación, proporcionando parte del total de agua que necesitamos ingerir a lo largo del día
• Efecto saciante, lo que ayuda a controlar la sensación de hambre y a que comamos menos de otros productos que no son tan sanos
• Fibra para ayudar a prevenir el estreñimiento
• Vitaminas y minerales diferentes, que dependen de la fruta, pero que siempre se encuentran presentes en cantidades muy significativas
• Pocas calorías en relación a otros alimentos, siempre comparando raciones iguales

Con respecto a los horarios, el especialista asegura que su consumo es bueno a toda hora, especialmente si una vez que se consuma dentro de la dieta diaria, se eliminen por completo los postres dulces como tortas, helados y dulces, que son opciones con más calorías y menos nutritivas.

Además, desmiente el mito de los horarios e indica que las frutas son una buena opción antes y después de comer y la hora de su consumo no influye en el aumento de peso o una falla en la digestión de la persona. Sin embargo, recomienda al menos 3 piezas de fruta cada día para cubrir parte de las vitaminas y los minerales que se necesitan, si no existen contraindicaciones médicas.

Si se trata de mantener a raya el peso, la nutricionista Paola Sánchez aconseja limitar su consumo en el día.