En la época de auge de la onda corta, el personal misionero fue una pieza clave, pues la radio contó con una gran infraestructura técnica y una potencia de transmisión que le permitió cubrir el 80 por ciento de la superficie terrestre con sus ondas radiales, transmitiendo las 24 horas del día y en varios idiomas como el japonés, inglés, portugués, francés, etc.