Los pacientes que vienen al hospital precisan de atención médica y espiritual. El personal médico de HCJB sabe que Dios es, en definitiva, el que sana de forma completa. En todo el hospital, capellanes como el Pastor Gustavo Molina, visitaban y oraban con los pacientes.

Gustavo empezó su ministerio en el Hospital en 1958. Todas las mañanas le pedí a Dios que le revele a quién ha de guiar hacia Él. Como resultado, Gustavo ha servido para traer eterna curación espiritual a miles de pacientes junto con sus familias.