Estar en la salud y en la enfermedad es una de las promesas que hacemos en el altar el día de la boda y sin duda es uno de los momentos más románticos que podemos vivir en pareja. Sin embargo cuando llega el día de cumplir la promesa, los nervios, la incertidumbre nos puede inmovilizar y ser de esas cosas que no nos dijeron que tendríamos que aprender a afrontar con mucho amor y empatía.