Un día podemos comprender plenamente a nuestro adolescente ¡y estamos felices! Otro día, talvez, no podemos comprender su estado de ánimo.

Las emociones en la adolescencia son un sube y baja que nos reta ayudar a manejar las emociones a nuestros hijos adolescentes con mucha sabiduría, paciencia y amor.