Un día nuestros hijos nacieron, cerramos los ojos, los abrimos y de pronto ¡crecieron! Y de tenerlos pequeños en nuestros brazos, ahora, los vemos transitar la adolescencia. ¡Qué gran desafío y bendición nos da Dios de vivir cada etapa de ellos.

Entre risas y nostálgias en este episodio compartimos lecciones que nos ayudan a caminar junto a nuestros hijos adolescentes.