El dinero sin duda es una bendición De Dios pero mal enfocado puede hacernos perder de vista el mandamiento de Jesús: amarse los unos a los otros. Reconocer que el dinero también es un catalizador del amor nos hace vivir para dar.
El dinero sin duda es una bendición De Dios pero mal enfocado puede hacernos perder de vista el mandamiento de Jesús: amarse los unos a los otros. Reconocer que el dinero también es un catalizador del amor nos hace vivir para dar.