La ciudad de Quito pronto se expandió a los alrededores de la original Quinta Corston de HCJB. Los codirectores Jones y Larson pensaron que la estación debía trasladarse fuera de los límites de la ciudad para cumplir con la ley de transmisiones ecuatoriana que Jones mismo había ayudado a escribir.

En 1938, HCJB compró una propiedad al norte de la ciudad, en Iñaquito, y trasladó allá toda la estación. Lo primero que se edificó fue el edificio de transmisión.