La fe es un regalo precioso de Dios, un don vivo que, al igual que una planta, necesita cuidado y alimento para crecer. La luz del sol la fortalece, la lluvia la nutre, el viento la desafía, y hasta los obstáculos la hacen más resistente. Así también, nuestra fe se desarrolla en la adversidad y se renueva en los tiempos de paz. Cada día es una oportunidad para fortalecerla. ¿Con qué puedes alimentar hoy tu fe? 🌿✨