Siempre me he preguntado si uno, como hombre, lleva innata la vocación de ser papá, es decir, ¿Hay hombres que definitivamente no nacieron para ser padres?   He escuchado en numerosas ocasiones decir a muchos amigos que luchan con su apego y pasión al rol paternal. Yo mismo me pregunto con frecuencia si soy el papá entregado a esta tarea que mis hijos necesitan.