Orgullosos, altivos, arrogantes.
Todos de vez en cuando tenemos problemas de orgullo. El orgullo es como el mal aliento, todos lo sienten menos tú, así que consíguete un buen amigo a una buena esposa que te lo diga.
(Danilo Montero)
No sean orgullosos, sino pónganse al nivel de los humildes. (Romanos 12:16b) (DHH)
¿Soy orgulloso? En muchas cosas si lo soy, soy orgulloso de mi forma de pensar, de mis capacidades, cuando hago algo medianamente bien no soy capaz de quedarme callado, tengo que contárselo a alguien, tiendo a creer que tengo la razón y las demás personas están equivocadas.
No altivos, sino asociándoos con los humildes. (Romanos 12:16b) (RVR60)
¿Soy altivo? La verdad, físicamente soy mas bajo que la mayoría, pero por alguna razón por dentro me siento superior a los demás, probablemente cuando me comporto con altivez, es decir cuando trato de parecer digno y superior probablemente estoy siendo ridículo, normalmente me sucede cuando estoy frente a alguien realmente digno, alguien que se comporta, o hace las cosas mejor que yo, entonces por un sentimiento de envidia y vergüenza tiendo a poner ridículas posturas y pensar mal de él.
No sean orgullosos, sino pónganse al nivel de los humildes. (Romanos 12:16b) (DHH)
No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. (Romanos 12:16b) (NVI)
¿Arrogancia en mí?
El orgullo me dice que jamás soy arrogante,
El orgullo me dice que nunca trato a la gente con menosprecio,
El orgullo me dice que yo nunca juzgo a los demás,
El orgullo me dice que yo no lo hago muy seguido,
El orgullo me dice que solo de vez en cuando soy arrogante y que por eso estoy mejor que la mayoría
Y por ultimo el orgullo me dice que porque yo soy capaz de admitirlo al final no estoy tan mal como los demás.
Pero de una cosa estoy seguro, mi orgullo siempre miente.
Al parecer, el orgullo, la arrogancia, la envidia, la inseguridad y la altivez están emparentadas, trabajan juntos, y su origen tiene relación con autocompararnos con otros.
¿La cura?
No sean orgullosos, sino pónganse al nivel de los humildes. (Romanos 12:16b) (DHH)
Traten como iguales a los verdaderamente humildes, pónganse a su nivel, y cuando escribo pónganse a su nivel a mi corazón viene la idea de condescender, de rebajarme, eso demuestra que tan mal estoy, porque al ponerme a su nivel estoy en realidad superándome, saliendo de mi nivel de ridiculez y subiendo al verdadero nivel de honestidad y sencillez que necesito alcanzar.
Jesús lo expresó hermosamente diciendo: Si no os volvéis como niños no entrareis al Reino de los Cielos.
No altivos, sino asociándoos con los humildes. (Romanos 12:16b) (RVR60)
Asóciate, si tengo que escoger con quien compartir, con quien pasar el tiempo, con quien hacer algo juntos debo escoger a alguien verdaderamente humilde, alguien en quien veas humildad genuina, así se me pegará.
No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. (Romanos 12:16b) (NVI)
Debo ser solidario con las necesidades del humilde, que sus problemas sean mis problemas y sus necesidades las mías. Los hombres mas cercanos a Dios han sido siempre los que han hecho de las necesidades del mas humilde su causa y su lucha, esos realmente han sido los más grandes hombres.
Y por último debo considerar mi propia situación respecto al más humilde de los hombres, respecto a mi propio Salvador, el único que pudo verdaderamente decir Aprendan de mí que soy humilde y sencillo de corazón…
Siendo Cristo igual a Dios no se aferro a eso, ni lo considero valioso, nos trato como iguales, y se puso a nuestro nivel, humillándose, compartió con nosotros nuestras miserias, nuestras alegrías y tristezas, nos dedico su tiempo, nos abrió su corazón y sin juzgarnos nos amo, fue solidario y viendo nuestra situación, nuestra necesidad de perdón, cargo sobre si nuestras culpas y dio su vida entera por nuestra causa en el lugar mas despreciable de todos, en una cruz.
Frente a todo esto, ¿cómo voy a permitirme ser orgulloso?