Una carta de libertad
Por todas las veces que he fallado, hoy decido intentarlo una vez más.
Por cada vez que me despreciaron, voy a darme valor; por los sueños que no cumplí, voy a plantearme nuevas metas, porque lo vale, porque yo valgo.
Por las veces que me sentí sol@, voy a disfrutar de mi compañía, por todas las veces que lloré, voy a reír a carcajadas.
Por las veces que perdí, voy a ganar, por las que ofendí, voy a sanar, por las veces que cerré mi corazón voy a abrirlo mucho más.
Por todo lo que odié, pienso amar; por las que di las espaldas, hoy abro mis brazos de par en par.
Hoy sé, que nada ha sido en vano, que puedo recuperar fuerzas, justo en donde creí que las perdía, que puedo volver a retomar caminos y aún crear muchos nuevos más.
Hoy miro el espejo y me reconozco, es@ si soy yo, imperfect@ pero valios@, limitado, pero creativ@, con temores, pero valiente.
Por cada cárcel que pisé, hoy camino sin ataduras.
Existe una verdad, y esa me permite ser libre: Saber que soy amad@ por un Dios perfecto, que cree en mí, y que camina conmigo.
KD.