Cáncer de ovario: silencioso y letal
En Ecuador, alrededor de 54 mujeres son diagnosticadas al año con este tipo de enfermedad según el Registro Nacional de Tumores.
El promedio de muertes por año por cáncer de ovario es de 28, pero se estima que el 90% de las mujeres sobrevive más de 5 años con un diagnóstico temprano.
Este 8 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario, un tipo de cáncer silencio y considerado entre los más letales pues se estima que 28 mujeres en Ecuador mueren al año por esta enfermedad.
El cáncer de ovario produce un desarrollo de células cancerosas en el ovario, que se dividen y crecen de forma descontrolada. Como ocurre con otros tipos de cáncer, puede propagarse a otros tejidos, produciéndose metástasis.
Carol Moreno, directora Médica de Roche Ecuador, menciona que normalmente una mujer se entera que padece esta enfermedad tardíamente. “El cáncer ovario es silencioso, 8 de cada 10 mujeres se diagnostican en estadios avanzados y cuando se presentan los síntomas muchas veces se confunden con otro tipo de enfermedades como las intestinales y urinarias debido a la vecindad de estas estructuras”.
Ya que es una patología que generalmente afecta a mujeres de entre 50 a 70 años y a menudo es asintomática en fases iniciales (I y II), realizarse un chequeo con el ginecólogo anualmente puede hacer la diferencia pues el 90% de las mujeres sobrevive más de 5 años cuando se diagnostica de forma temprana.
Una vez diagnosticado, la cirugía óptima tiene un papel fundamental para la eliminación de todos los tejidos cancerosos. En segunda instancia, la quimioterapia complementa el tratamiento, sin embargo, al no ser altamente específica, las células normales “buenas” son también destruidas, lo cual disminuye la calidad de vida de las pacientes.
Respecto al tratamiento, la Dra. Moreno menciona que ahora existen terapias avanzadas basadas en medicina biológica un tratamiento más selectivo y con menos efectos colaterales como en el caso de la quimioterapia. “Lo ideal es utilizar la terapia biológica y la quimioterapia combinadas en un primer momento y después mantener sólo el tratamiento en base a medicamento biológico. Esto lo demuestran los estudios clínicos y consta en las guías de tratamiento mundiales”, agrega.
Normalmente los síntomas se presentan en fase III cuando el cáncer se ha extendido fuera de los ovarios o IV cuando ya está afectando a otros órganos y los más comunes son distención abdominal, dolor en la pelvis o en el abdomen, dificultad para ingerir alimentos o sensación rápida de llenura al comer, sensación constante de tener que orinar, entre otros.
Otro factor identificado como de alto riesgo es el relacionado con la vida de la mujer, pues existe un menor riesgo de padecer un cáncer de ovario entre las mujeres que han tenido hijos en comparación con las que no; según los datos epidemiológicos el riesgo disminuye con cada embarazo.