Tu aroma me mantiene enamorada
Conocer personas nuevas abre puertas para hacer preguntas. Es la excusa perfecta para formularlas y saber si tienen cosas en común, a que se dedica, etc. Poco a poco vas descubriendo si será una relación temporal o si será parte de tu vida.
Es tan natural en los seres humanos este proceso, que no requiere mucho esfuerzo. Quiero que pienses por un momento en aquellas personas con las que podrías hablar horas de horas, aquellas personas que sólo con mirarte saben que estás pensando, personas con las que pasar tiempo trae nuevas baterías a tu vida, son personas muy valiosas para ti, que probablemente no quieres perder, y que podrías describir con facilidad.
Ahora quiero que pienses en Dios, en tu relación con Él, ¿Qué tanto disfrutas de conocerlo? ¿Qué tanto conoces de su carácter? ¿Eres capaz de describir su amor? ¿Sabes reconocer su olor? ¿Su voz? ¿Su mirada? ¿Que tanto disfrutas del tiempo con Él? ¿Te cuesta reconocerlo en tu día a día?
No, no estoy exagerando. Tengo la firme convicción de que la intimidad con nuestro Creador es a través de Jesucristo, su palabra es vida, su palabra habla de Él de principio a fin. Mi desafío es que conozcas a tu Señor y Salvador. Enamórate de Él, lee tú biblia buscando conocer más quién es Él. Todo lo demás tendrá sentido…el centro es Él, todo gira a su alrededor, Él es el principio y el fin. Él es Señor sobre todo.
“Y aunque vosotros antes estabais alejados y erais de ánimo hostil, ocupados en malas obras, sin embargo, ahora Él os ha reconciliado en su cuerpo de carne, mediante su muerte, a fin de presentaros santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él, si en verdad permanecéis en la fe bien cimentados y constantes, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.”
(Colosenses 1:21-23) (LBLA)