Tú y Yo… un Nuevo Comienzo
Para aquellos que llevamos varios años casados, sabemos que el matrimonio tiene altos y bajos, sonrisas y llantos, deleites y sin sabores. Estamos conscientes que el matrimonio es el lugar donde la convivencia de la vida diaria produce roces, malentendidos, desacuerdos, frustraciones y enojos; pero sabemos también que cada mañana es un nuevo comienzo para decidir amar.
Así como Dios nos extiende con cada llegada de sol un nuevo capítulo en la historia de nuestra vida; así estamos llamados a caminar con nuestro cónyuge, cerrando los episodios negativos con perdón real y buscando intencionalmente vivir momentos que fortalezcan el amor hasta que sean lo suficiente fuertes e indestructibles.
Tal vez tu cónyuge te ha gritado, humillado, mentido, traicionado o decepcionado. La mayoría hemos experimentado algo de esto y nuestro corazón ha caído devastado; pero cuando como pareja caminamos con los ojos en Cristo, las situaciones difíciles son superables y los nuevos comienzos son posibles.
Pero para dar inicio a una nueva página se requiere que un lado conceda perdón, el renunciar al derecho de castigar al culpable, el olvidar el sufrimiento y tratar al otro mejor de lo que se merece, sin pedirle nada a cambio, siendo este un regalo de amor que se elige dar al ofensor. Y por otro lado debe haber verdadero arrepentimiento, el que busca reparar los daños cometidos, el que se compromete en jamás volver a cometer ese acto, el que da un cambio positivo de ciento ochenta grados.
Los nuevos comienzos… son posibles cuando vamos agarrados de la mano de Dios y nuestro corazón tiene claro el pedir perdón y perdonar a nuestro cónyuge antes que acabe el día, obedeciendo a Dios; así no acumularemos amargura y el caminar en pareja tendrá los beneficios de la reconciliación, la paz, la armonía, la alegría y el amor.