Hola amor,
Sé que probablemente este no sea el mejor momento para escribirte una carta de amor, pero no aguanto más esta tensión y malestar que hay entre nosotros. Juntos siempre hemos superado cualquier tipo de obstáculo o problema que se haya presentado en nuestro camino, hemos sido capaces de hacer frente a cualquier adversidad y hemos vencido las peores tempestades.
Caminar a tu lado me ha convertido en una persona mucho más fuerte, segura y decidida. Es precisamente por eso por lo que estoy tan orgullosa de nuestra relación. Sé que últimamente nos hemos olvidado de todos esos motivos que antes nos hacían sonreír, sé que en estas circunstancias resulta muy difícil acordarse de las razones por las que nos prometimos que siempre íbamos a estar el uno al lado del otro, haciéndonos felices, queriéndonos como nunca antes nadie se ha querido.
Sin embargo, a pesar de todas las discusiones que han inundado nuestras vidas en los últimos meses, mi corazón es incapaz de dejar de latir por ti. Me duele que no seamos capaces de mirarnos a los ojos al llegar a casa y que las palabras de amor y aliento que antes nos dedicábamos, se hayan transformado en palabras hirientes y llenas de desgano.
Sé que tengo muchos defectos y que a veces el orgullo me gana, pero también sé que mi amor por ti es muchísimo más fuerte que cualquier cosa. Por eso, a través de estas líneas, quiero pedirte perdón. Perdón por todas esas cosas feas que alguna vez te he dicho cuando realmente no las pensaba ni sentía, perdón por dejarme llevar por la irracionalidad, perdóname si alguna vez te he herido.
¿Te acuerdas del día en el que nos conocimos?, ¿De cómo empezamos esto? Poco a poco fui enamorándome de ti. Poco a poco fuiste enseñándome en qué consiste la verdadera felicidad, fuiste demostrándome que el amor no tiene por qué doler, porque cuando dos personas se quieren de verdad juntas son capaces de alcanzar el mismísimo cielo con sus manos.
Después de todo lo único que deseo es precisamente esto: volver a alcanzar el cielo contigo… Porque solo tú eres capaz de acariciar mi mano y dejar huella en mi corazón. Porque te amo y eso es más que suficiente.
No habrá un “felices por siempre” si no es contigo.
Recuérdalo. De la mano de Dios y de la tuya, hasta el fin del mundo.
Te amo.