¿Será posible empezar de nuevo?
Dios bendijo a Noé y a sus hijos con estas palabras: “sean fecundos, multiplíquense y llenen la tierra”, Gn 9:1.
El clímax de la historia del diluvio es el periodo de restauración que empezó cuando los sobrevivientes escucharon la voz de Dios. El llamado final fue guiar a las personas a una vida fecunda o fructífera. Se trataba de una verdadera restauración.
Cada uno de nosotros pasamos por un momento en la vida que necesitamos empezar de nuevo – quizás numerosos momentos. A veces el llamado de Dios significa cambiar de dirección comenzando un nuevo viaje.
En el transcurso de la vida muchos deben reiniciar procesos, sobrevivir a una pérdida, encontrar un trabajo, recobrar la salud luego de una difícil cirugía, etc.
En cada reinicio nosotros podemos honrar a Dios cuando obedecemos su llamado a ser fecundos y fructíferos. Dios nos quiere usar para traer valor a este mundo.
Esto incluye formar comunidades y relaciones sanas. Agregamos valor cuando conectamos a las personas con Dios. Una vida fructífera crece a través de una relación con Cristo.
Tu reinicio quizás puede verse desalentador. Pero el hecho que Dios nos llama a empezar de nuevo, nos dice que no estaremos solos (Mel Lawrenz).
Solo Dios puede llamar a personas a un viaje como éste y llenarlo todo.
Para pensar: ¿En qué maneras Dios te está pidiendo que empieces de nuevo en este momento? ¿En qué área de tu vida necesitas presionar el botón de reinicio? ¿Cuál será el próximo paso para que esto suceda? ¿Qué es lo que te emociona?