El funeral de tus sueños
“Nunca vas a poder cruzar el océano hasta que tengas el coraje de dejar de ver la costa.” (Cristobal Colón)
Bienvenido al funeral de tus sueños. Aquí se velan tus aspiraciones más altas: aquel amor imposible, aquel puesto de trabajo, aquella empresa o aquella casa que soñaste. Pensabas que estabas muy cerca de alcanzarlo, pero siempre ocurría algo al final que te alejaba de tus sueños. Como aquel gol que te anotan al minuto final y te deja fuera del campeonato.
Hoy estás sembrando lágrimas que surgen desde tus frustraciones más intensas. Es común escuchar historias de personas que no lograron alcanzar sus sueños y piensan que alguien conspira siempre en su contra. Pues no es normal fracasar tanto.
Al igual que tú hubo una persona que acudió al funeral de su sueño más grande, para ser exacto lo hizo cinco veces, pues en cinco ocasiones intentó crear una empresa de automóviles, pero se fue a la quiebra en todos sus intentos, te estoy hablando de Henry Ford quien después de velar sus empresas fracasadas se lanzó por la sexta y ahora todos conocemos su apellido plasmado en la carrocería de algunos autos de la ciudad.
Hay veces que preferimos quedarnos en vela, buscando las razones por las cuales no logramos conseguir nuestros sueños. Abrazamos el ataúd donde yacen los restos de nuestros fracasos, pero no entendemos que tal vez es momento de zarpar en busca de nuevos horizontes, nuevas ideas, nuevas perspectivas.
Tal vez hace falta que alguien te sacuda y te diga: ¡Vuelve a empezar! Como decía Clive Staples Lewis (escritor de Las Crónicas de Narnia). “Nunca se es demasiado viejo para establecer un nuevo objetivo, o para soñar un nuevo sueño”.
Llora intensamente, pero luego sacúdete y levántate. Es hora de vivir como un hijo del Rey, créele al inspirador de naciones, Él no solo quiere que cumplas los anhelos de tu corazón sino que te levantes después de cada fracaso. Muchas veces solo es cuestión de persistencia. Tal vez es hora de moverte de esa orilla en la que estás parado y volver a empezar.
¿De cero? Por su puesto, las mejores ideas han nacido desde ahí. Es cuestión de reinventar tus ideas y qué mejor si lo haces de la mano del Constructor de sueños, aquel que un viernes por la tarde estaba muriendo y tres días después resucitó.
¡Así que sal de ese funeral y vuelve a empezar! pues pensándolo bien y después de todo los que siembran con lágrimas pronto cosecharán con gozo.