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18 02, 2019

Decir NO, no me hace «malito»

2019-09-09T00:15:00-05:0018 febrero, 19|

«No»… Es una de las palabras más comunes en nuestro lenguaje pero ¿por qué es tan difícil decirla? En mi caso, hay muchas razones por las que he pasado tiempos difíciles debido a esa simple palabra. Cuando me encuentro desprevenido o cuando alguien aquí en Ecuador me dice «no seas malito» (antes de pedirme algo), lo que básicamente significa que si digo no soy malo. No quiero ser malo ni inútil. Tampoco quiero que se desate una discusión, ni perderme la oportunidad de ayudar o de hacer algo divertido. No quiero que la gente se enoje o se moleste conmigo, tampoco quiero que hablen mal de mí. Entonces vez tras vez digo sí cuando en realidad no debería.

La mayoría de veces olvido que no debo decir «si» mucho y llego a sentirme abrumado y estresado. Esto hace que descuide el resto de cosas en mi vida que merecen mi atención. Y pienso «si solo hubiese dicho no». Y esto provoca que me resienta con el autor de la pregunta e incluso llego a sentirme poco apreciado y demasiado comprometido.

Después de ser «el hombre sí a todo» durante años por no herir los sentimientos de los demás, me di cuenta de las consecuencias de decir mucho sí.

Cuando digo mucho SI:

  • Mi relación con Dios se enfría porque no tengo tiempo para él.
  • Empiezo a resentirme por hacer cosas que antes disfrutaba.
  • No tengo suficiente tiempo para las personas importantes en mi vida.
  • Pierdo la habilidad de relajarme y divertirme.
  • Empiezo a tener problemas de salud relacionados al estrés.
  • Llego a asumir una mentalidad de mártir y pienso «tengo que hacer esto porque soy indispensable».

No hace falta decir que después de años de desgastar mi sí me quemé por las muchas actividades. Finalmente un amigo al verme me dijo «tienes que aprender a decir que no». Me tomó tiempo lograrlo pero al final lo hice, y aquí algunas cosas que aprendí:

  1. Empieza y termina positivamente. Suaviza el golpe de decir no al incluir algunas declaraciones positivas antes y después de la palabra no. Por ejemplo: «me encantaría ayudarte con eso, pero no puedo ahora».
  2. No respondas inmediatamente. Antes de dar una respuesta dile a quien te está pidiendo ayuda que debes chequear varias cosas previamente, como tu agenda y permisos (en el caso de necesitarlo).
  3. Al final, un simple y directo NO es usualmente la manera más efectiva. Elimina la expectativa de cualquier otro resultado posible y libera rápidamente a la persona que pregunta así como a la persona que responde. Incluso la Biblia aboga por un enfoque directo.
    Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente sí; y, cuando digan “no”, que sea no. Cualquier cosa de más, proviene del maligno. (Mateo 5:37) (NVI)

Para finalizar debo decir que es empoderante ver que decir «NO» de una manera sabia es en realidad decir ¡SÍ!. Sí a la amistad, sí a tus responsabilidad y prioridades, sí a tu decisión. Decir «NO» a las cosas correctas genera tiempo y energía para las cosas más importantes de la vida.

4 05, 2017

Amistad con límites sí es amistad

2019-09-09T00:16:01-05:004 mayo, 17|

“Eliminando gente de mi Facebook” Esta frase seguramente las has leído más de una vez en una de las publicaciones de tu muro de Facebook. Y lo primero que haces es pensar dos y tres veces, ¿será que me elimina a mí? Y de alguna manera, talvez y hasta, un poco imperceptible, el pánico empieza a meterse en tus pensamientos y emociones.

Esto de eliminar gente, es el supuesto reflejo de alguien malo, siniestro y despiadado. Pero adivina que, sacar gente de nuestras vidas no siempre será algo negativo; en muchos casos será algo sano.

Recuerdo haber leer muchas publicaciones o comentarios que definitivamente no aportan ni edifican nada. Y a veces en vez de ser algo entretenido se vuelve ofensivo y provoca la ira de muchas personas. Si esto te pasa seguido, es hora de que analices con que personas te estás relacionando.

Para entender un poco más esto, te voy a llevar hace un poco más de 2000 años. Existía un hombre con muchos conocidos, admiradores y viajaba por distintos lugares conociendo gente. Era alguien muy famoso en su tiempo. Pero su círculo cercano era de nada más de 12 personas con quienes compartía su conocimiento y experiencias más profundas.

Eso quiere decir que seleccionar a mis amigos no es algo malo, más bien es necesario. Lo hemos dicho antes, somos seres sociales y por ende buscaremos siempre tener amigos y es que en muchos casos ese es el medidor de popularidad y aceptación. No es lo mismo tener 100 seguidores que 1000, no es lo mismo tener 12 likes en una foto que 200, pero la verdad es que más sincero puede resultar tener 10 likes que miles de ellos.

Quiero hacer una aclaración, eliminar amigos no nos da el derecho de ser groseros o intolerantes. Jesús, aun sabiendo las buenas y malas intenciones del corazón de sus amigos supo quererlos, apoyarlos y aceptarlos. Aunque él no solo tenía la verdad sino que era la verdad en persona nunca se impuso con violencia o atacando los argumentos de sus amigos para sentirse superior.

No quiero incitarte a que elimines a todos tus amigos de tus redes, pero que si aprendas a poner un filtro real. Que cuando conozcas a alguien te tomes el tiempo de mirar sus fortalezas y aprendas a ver qué puede aportar a tu vida y de qué manera podrás ayudar tú también. Muéstrate amigo, se sincero y ten presente que sacar gente de tu vida no es malo, siempre y cuando no lo hagas con rencor.

 

ESCRITO POR: Jaela Espinel

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