Dios nos llamó
El ser humano tiene dos necesidades sociales en su corazón y estas parecen opuestas entre sí, pero en Dios ambas necesidades quedan satisfechas, la primera es la necesidad de ser especial y la segunda es la necesidad de identificarse.
Así que Dios nos llamó, a unos de entre los judíos y a otros de entre los no judíos. (Rom 9:24)
- Dios me llamó individualmente.
Muchas veces hay en el corazón de los hombres la necesidad de sentirse especiales, únicos, es una necesidad real y genuina, lo malo es cuando tratamos de llenarla buscando sobresalir entre los demás, comparándonos, tratando de minimizar a los demás, aplastándolos, etc.
“Dios nos llamó”, que maravilloso saber y tener la certeza que Dios nos llamó, Dios nos nombró, específicamente, a ti, a mí, no fue por grupos, no fue por nacionalidades, no fue por estratos sociales, cuando este versículo dice “nos llamó”, habla de individualidad, habla de ”ti y de mi” y es maravilloso saber que nos miraste, nos llamaste por el nombre, nos conociste, nos atrajiste, nos diste vida.
Gracias por llamarnos por mi nombre, recordé la historia de uno que fue llamado por su nombre.
Después de decir esto, gritó: –¡Lázaro, sal de ahí! (Juan 11:43 )
Y el que había estado muerto salió, con las manos y los pies atados con vendas y la cara envuelta en un lienzo. Jesús les dijo: –Desátenlo y déjenlo ir. (Juan 11:44)
- Dios nos llamó uniformemente
Necesitamos sentirnos identificados, sentirnos parte de algo, sentirnos simplemente humanos, necesitamos no estar solos. Dios dijo “no es bueno que el hombre este solo” y al decir esto Dios identificó la necesidad del ser humano de ser igual a los demás, alguien con quien identificarse, una necesidad que Dios por si mismo y en el huerto Él no podía satisfacer.
Cuando dice “Dios nos llamó” también se refiere a que somos muchos, de diferentes clases sociales, de diferente nacionalidad, de diferentes culturas, color de piel, somos diferentes, pero tenemos algo en común, nos llamaste.
Pablo también pudiera ser especifico sin embargo dice “nos llamó” como diciendo: Todos somos iguales y no llamaste a ninguno más que a otro, aunque tal vez Pablo pudiera sentirse diferente a los demás, un escogido especial, un enviado especial, alguien con “más llamado”, “más unción”..
Pablo lo dice claramente: mi llamado y el tuyo son por el mismo Señor y tú y yo no somos diferentes y puedes hacer y ser útil de la misma manera que yo, porque “Dios nos llamó”.
Gracias a Dios: porque no hay diferencias, porque todos somos hermanos por medio de la sangre, porque nuestros problemas y dolores no son exclusivos, ni especiales sino que en todos lados y en todas las épocas vivimos el mismo llamamiento santo, porque hay quien nos puede ayudar, aconsejar y comprender en nuestras luchas.
Pero el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. (1Pe 5:10)