¿Violencia, corrupción, maldad…? ¿Qué podemos hacer?
El siglo XX fue el más violento en la historia del mundo. Más de 100 millones de personas murieron en dos guerras. También en ese siglo han nacido palabras como holocausto, genocidio, terrorismo y bombas suicidas, pero la realidad de la maldad no es nada nuevo en los milenios de la historia de la humanidad.
Génesis 6:5-22 registra que en los días de Noé la “Maldad de los hombres era grande en la tierra”. Tres veces en los versículos 11 y 12 la palabra “corrupción” describe el estado de las cosas en el mundo antiguo.
En medio del caos se relata que Noé caminó con Dios y encontró su favor ante sus ojos. Dios le encomienda la monumental tarea de construir un arca, llenarla con dos animales de cada especie, y suficiente comida para alimentar a su familia y al gigantesco zoológico flotante.
Ante los ojos del mundo esto era una locura, pero “Noé hizo todo lo que Dios le había mandado” (6:22, 7:5) Y el escritor de hebreos nos recuerda que, por fe, Noé tomó esta ardua tarea.
La obediencia de Noé y esta hazaña de fe, es un claro recordatorio que Dios puede y usará a cualquiera de nosotros para ser parte de sus planes redentores – planes de rescate y restauración (Mel Lawrenz)
Quizás no siempre Dios puede llamar a alguien para una tarea tan grandiosa como construir un arca, pero Él quiere que su pueblo sea parte del trabajo de compartir el evangelio en este mundo caído.
Para pensar: ¿Qué paso de obediencia nos está pidiendo Dios para involucrarnos en este mundo compartiendo «todo el evangelio»? ¿Cuáles son algunas maneras en que podemos seguir a Dios? ¿Cuáles son aquellas cosas que Dios te ha encomendado a ti?