LAS COSAS QUE HE PERDIDO

2019-09-09T00:16:13-05:0029 marzo, 16|

Estaba leyendo la historia de Noemí, la mujer judía que junto a su esposo y sus dos hijos se fueron  a vivir en Moab, una tierra que a lo mejor por su apariencia parecía que todo iba a ser de bendición y prosperidad. Nohemí se quedó sin casa, sin esposo y sin hijos, ya etrada en años decidió regresar a su pueblo acompañada de su nuera llamada Rut.

Las experiencias duras que vivió la hicieron perder cosas, mismas que la llevaron a creer y pensar que:

La soledad es mejor que la compañía, por eso persuadió a sus nueras para que la dejaran solas, quería aislarse.

Perdió su seguridad, se sentía insegura, no tenía nada ni para ella ni para los que con ella estaban, le faltaba trabajo, pan, techo.

Perdió su identidad, se llama vieja y mara (amarga). Ya no sirvo, estoy gastada no me llamen Nohemi.

Pensó que tenía mala suerte, todos los que pasaran con ella se contagiarían de su mala suerte, “…déjenme sola tendrán mejor suerte en Moab, con su gente…”

Perdió la perspectiva, le echa la culpa a Dios de todas sus desgracias.

(Si quieres saber el resto de la historia lapuedes encontrar en la Biblia en el libro de Rut, es una historia corta pero muy edificante.)

Todos hemos perdido algo en la vida, una pareja, un juguete favorito, el año escolar, un familiar, una mascota favorita, etc. Yo también he perdido cosas, y al igual que Noemí, he adoptado ciertas actitudes. Y olvidar quien es mi Dios, en quien confío.

Siempre tedremos malos ratos, la clave está en quién pones tuo ojos, si en la situación, en tu propia habilidad de solucionar las cosas o en quien tiene todo el control, Dios. Es necesario que recordemos que en él podemos poner nuestra esperanza y no ser defraudados, aunque no entendamos por qué sucedan las cosas, sabemos que, ALGUIEN TIENE UN PLAN, y eso debería bastar. Hoy yo te pregunto: ¿En quién tienes tu confianza?

A las montañas levanto mis ojos;
    ¿de dónde ha de venir mi ayuda?
Mi ayuda proviene del Señor,
    creador del cielo y de la tierra.

(Salmo 121: 1-2) (NVI)