A Tiempo y Fuera de Tiempo
¿Qué haces cuando tienes una súper buena noticia, te la quedas para ti mismo o se la cuentas o compartes con alguien más?
El compartir es parte de la vida, de la buena vida, porque más bienaventurado es dar que recibir, porque en el dar hay vida. Mira que Dios dio lo mejor: a “Su Hijo” JESUCRISTO, para que pudiéramos tener acceso al Padre por este sacrificio, porque recuerda Él tomo nuestro lugar, lo que nos correspondía a nosotros pagar, Jesucristo lo pagó. Al aceptarlo, hemos aceptado ese pago que hizo, y estamos ya sin deuda, fue liquidado todo, absolutamente todo. Es hermoso vivir sin deudas. Ahora aparte de todo esto que ya es bastante, mira que dice en esta cita bíblica:
Efesios 2:7 «En Cristo Jesús, Dios es todo generosidad para con nosotros, por lo que quiere manifestar en los siglos venideros la extraordinaria riqueza de su gracia».
Además nos ha traslado de un lugar oscuro a un lugar de luz:
1 Pedro 2:9 «Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclaméis las obras maravillosas de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable».
Y cuál es la riqueza que hemos recibido el encontrarnos con Jesucristo, hacerlo nuestro Señor y Salvador, así como la oportunidad de conocerlo cada día y de compartir de Él cada día
Jua 17:3 «Y ésta es la vida eterna: conocerte a ti, único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesús, el Cristo».
2 Timoteo (NTV), 4: 1-5 «En presencia de Dios y de Cristo Jesús —quien un día juzgará a los vivos y a los muertos cuando venga para establecer su reino— te pido encarecidamente: predica la palabra de Dios. Mantente preparado, sea o no el tiempo oportuno. Corrige, reprende y anima a tu gente con paciencia y buena enseñanza. Llegará el tiempo en que la gente no escuchará más la sólida y sana enseñanza. Seguirán sus propios deseos y buscarán maestros que les digan lo que sus oídos se mueren por oír. Rechazarán la verdad e irán tras los mitos. Pero tú debes mantener la mente clara en toda situación. No tengas miedo de sufrir por el Señor. Ocúpate en decirles a otros la Buena Noticia y lleva a cabo todo el ministerio que Dios te dio».
El hablar de Jesus a otros es hablar del Pan De Vida que es Él, y al ser el Pan de Vida implica que estas comiendo de Él, es decir tienes vida y de esa vida trasmites a otros.