+593 2 3980 893

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
13 09, 2017

Ciencia Ficción o Realidad

2019-09-09T00:13:19-05:0013 septiembre, 17|

Todavía conservo en mi mente el recuerdo de mi madre, en el cálido solar de nuestra casa, volcada sobre un viejo ejemplar de una de las tantas novelas del gran Julio Verne, este escritor que se hizo célebre gracias a sus novelas de aventuras y a la profunda influencia que dejó en el género de la ciencia ficción. Todo el mundo conoce o ha oído hablar de sus obras más famosas: Viaje al centro de la Tierra , Veinte mil leguas de viaje submarino o La vuelta al mundo en ochenta días.

Pero el mundo fantástico e imaginativo que Verne desplegó en su literatura no influyó solo en la ciencia ficción, lo hizo también en la realidad pues, gracias a su profundo interés por la ciencia, la exploración y las innovaciones tecnológicas, el autor consiguió generar un imaginario literario verosímil cuya capacidad de evocación ha llegado intacta hasta nuestros días.

Nuestros tiempos son mucho más grises y, sobre todo, desesperanzados: casi nadie cree que el futuro será mejor, y la supervivencia del día a día nos absorbe todas las energías e ilusiones.

La confianza en Dios y en su fidelidad, la fe en sus promesas son las que garantizan la realidad de este futuro y permiten por lo menos percibir sus maravillas. Fe, confianza, esperanza y amor son diferentes aspectos de una actitud espiritual completa y apropiada.

La esperanza cristiana no es un mundo fantástico e imaginativo, no es pasiva, es pasión por lo nuevo y camino eficaz del futuro. La palabra de Dios evoca un futuro cierto, no solamente desde el punto de vista puramente literario, sino desde la promesa de Dios. “Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo”.

16 08, 2017

Las palabras materializan la realidad

2019-09-09T00:15:50-05:0016 agosto, 17|

Probablemente yo hago parte de la “inmensa minoría” de personas que no necesitamos del despertador para levantarnos puntualmente en la mañana. Es decir para mi es suficiente “ordenarle” a mi cerebro que se despierte a las 4:30 a.m. todos los días. Un experimento realizado por científicos rusos y búlgaros muestra que pensar en algunas  palabras al tiempo que se memoriza su posición en el espacio donde están escritas, activa la parte del espacio correspondiente a su significado.

Una palabra es capaz de potenciar la sensación de realidad de un objeto en el espacio, a pesar de que ‘no haya’ ningún objeto, digamos arriba, abajo, lejos, cerca, etc.

Los científicos basaron su investigación en la idea de la denominada estimulación mental, con el fin de mostrar que el pensamiento humano puede ser material.

Una palabra es capaz de potenciar la sensación de realidad del objeto en el espacio, a pesar de que no haya ningún objeto ni palabra.

Datos recientes muestran que la simulación mental no es muy diferente de la situación real, en términos de la percepción de nuestro cerebro. Para el cerebro la situación real y su simulación es un solo evento.

La Biblia enseña que la lengua tiene poder y puede dar vida o muerte con las palabras. La bendición es una oración a favor, mientras la maldición es una oración en contra. La bendición es una acción benéfica, pero la maldición es una obra maléfica.

Si creemos bien, vamos a hablar bien, si creemos mal, vamos a hablar mal. Nuestras palabras revelan la fe que tenemos y no solamente la fe que tenemos, sino también lo que hay en nuestro corazón.

9 08, 2017

Amigo cristiano, seamos honestos Pt 3

2019-07-07T04:56:32-05:009 agosto, 17|

…continuación de Parte 2

 

7 – Tengo agendado el tiempo en que Dios puede afectar mi vida

Seamos honestos: la celebración del domingo, la oración de los martes y cada noche antes de dormir es el momento en que permito que Dios esté en mi vida, el resto del tiempo es para mí. Tu conoces tu horario y sabes que has programado (y limitado) a Dios en ciertas horas.

El Dios eterno, quien habita fuera del tiempo y no necesita limitarse, por amor decidió hacerse hombre y ser limitado como humano. Este es uno de los misterios y muestras de amor más grandes. Ese mismo Dios dedicó cada momento de su vida en la tierra para redimirte, aún cuando por tu pecado te rebelaste y fuiste su enemigo (Rom 5:10). Es el mismo Dios a quien le dices «Ahorita no puedo pensar en Ti, o poner atención a Tu voz; debo escribir este correo. Pero esta noche hablamos, Dios». Y llega el domingo y entonces sí estás ultra espiritual y entregado solamente a Él.

Si no te confronta la ironía de nuestro comportamiento, necesitas considerar tu relación con Dios. Porque lo celestial y eterno es más importante SIEMPRE que lo terrenal y efímero. No limites a Dios (o no limites lo que Dios quiere hacer por ti).

8 – Pienso que mi «testimonio es mejor» entonces soy mejor que los demás

Seamos honestos, en la iglesia nos preocupamos tanto por el comportamiento de los demás que sólo falta colgar un tablero con puntajes para ver cómo va el testimonio de cada persona; según su asistencia a la iglesia, vida de hogar, escándalos, si llevó o no Biblia ese día… Y en las reuniones de oración aprovechamos la oportunidad de hablar (chismosear) sobre los demás y decir que «me preocupa el testimonio del hermanito».

Mira, si te crees tanto, lee un momento Romanos 3. Pablo entendía bien que ninguna persona por más «cristiana» que sea es mejor que otra. Todos somos pecadores, no existe ni una persona justa, nos apresuramos a engañarnos… y ninguno es merecedor de la gloria de Dios. Tu falsa humildad no te hace mejor que los demás y solo sirve para engañarte a ti mismo. Deja que Dios juzgue, tu mejor dedícate a amar.

9 – Me intereso más por el «alma» que por la persona

Seamos honestos, la cultura de evangelización en nuestras iglesias está anémica y enceguecida. Constantemente buscamos cumplir con cuotas, conversiones, templos llenos, eventos, campañas, etc. Y cuando salimos a conversar con alguien no vemos el problema familiar, la falta de amor, las dudas existenciales, la depresión, solo vemos «almas» para llevar a la iglesia.

Hay una frase que me gusta, no conozco su origen, pero dice más o menos que: «un estómago vacío no tiene oídos». Si nos preocupamos por el alma de la persona, pero olvidamos que existe frente a nuestros ojos una persona estamos gravemente equivocados. Ese no fue el ejemplo de Jesús, NUNCA. Cuando vio a la mujer Samaritana no le dijo «arrepiéntete pecadora»; se interesó en su vida, conversó sobre su sed y la necesidad física de tener agua y luego se mostró a ella en su grandeza. A los enfermos, ciegos, paralíticos, no los hizo repetir una oración ni asistir a un culto de iglesia, les dió lo que necesitaban porque sabía que su fe estaba en el lugar correcto, en el Hijo de Dios. Si no te interesas en la persona, no eres mejor que un vendedor ambulante tratando de cumplir con la cuota de ventas para tratar de ser empleado del mes.

 


Si te gustó, o no estas de acuerdo con algo, ¡Genial!
Conversémos en los comentarios.

31 05, 2017

Amigo cristiano, seamos honestos Pt 2

2019-07-07T04:56:32-05:0031 mayo, 17|

…continuación de Parte 1

 

4 – A veces no sé ni qué estoy cantando

Seamos honestos, llegamos a la iglesia y cantamos lo que está en la pantalla, muchas veces sin realmente pensar en las palabras que forman mis labios. Decimos que «sentimos la presencia de Dios» pero no sabemos ni qué decía la última canción que tocó el grupo, lo que nos importa es que sonaba bonito y me hacía sentir bien.

Dejo el problema de cantar por «sentir algo» para el siguiente punto, porque puede ser incluso un problema más grande en sí.

Pensemos que Jesús habló fuertemente contra las «vanas repeticiones» en Mateo 6:7. Y aunque hablaba de la oración, también aplica a la adoración (música), que es un tipo de oración musical. Nuestro cántico debe ser una oración de alabanza al Rey.

Los evangélicos criticamos a los católicos por sus rezos, pero no nos damos cuenta que el domingo caemos en el mismo error con nuestras canciones. Una regla simple es «si no estoy consciente de lo que mis labios dicen, no es digno de alcanzar los oídos de Dios».

5 – Canto a Dios para sentirme bien

Seamos honestos, los domingos durante la alabanza siento que me elevo por los aires y me alejo de la inmoralidad de éste mundo, aunque 10 minutos antes estuve gritando groserías al conductor que casi me choca con su auto. Pero canto y me siento bien, «siento Su presencia», por 30 minutos y nunca recuerdo que la razón principal de cantar es para dar gloria a Dios.

Pregunta: Si alguien hace algo por ti con la intención equivocada, ¿da igual? Ósea, si alguien te invita a comer, pero nunca te dice feliz cumpleaños porque se olvidó de la fecha, ¿te sientes igual? ¿La intensión/razón importa?

Es difícil admitirlo, pero muchas veces cantamos porque nos gusta, porque sentimos algo, pero no porque queremos alabar a Dios. No porque fuimos creados para Su Gloria (Isaías 43:6-7). Como el que te invita a almorzar en tu cumpleaños, la intensión es igual de importante. De todas formas lo hizo, de todas formas es un bonito gesto, pero no es lo mismo si no tiene la intensión correcta, ¿cierto?

6 – Pienso que mi iglesia es mejor que las demás

Seamos honestos, no podemos ser imparciales en cuanto a nuestra iglesia y no sólo pensamos que la nuestra es la mejor, sino que las demás están mal. Las demás iglesias están tan equivocadas que quiero sacar a la gente de esas iglesias para que vengan a la mía.

Amigo, si alguna vez has pensado así, ¡deténte! Cristo vino y estableció una sola iglesia, y no es la tuya, son todas. La iglesia de Cristo es cualquier congregación que enseña la verdad del Evangelio, según la Biblia. Pero sólo porque en tu iglesia la banda suena mejor, o el pastor es más joven y dinámico, o el templo es más bonito, o tienen programa de televisión; no significa que sea mejor. Y fuera de ser una iglesia que no enseñe la verdad basada en la Palabra de Dios, no hay razón por la cual alguien deba salir de su congregación.

Las iglesias son como las familias, Dios nos la da y espera que nosotros la amemos y trabajemos para mejorarla si vemos algo que no está bien. Pero nunca espera que nos vayamos a buscar una nueva familia.


 … continua en Parte 3

4 12, 2015

Quítate la máscara

2019-07-07T04:53:53-05:004 diciembre, 15|

Una máscara es algo que nos ponemos para cubrir o esconder nuestro rostro. Pero no son sólo hay máscaras de plástico; también podemos encontrar reales. Si se trataba de una relación rota con la familia o un amigo, o una inseguridad, hacemos todo lo posible para ocultarla, es una máscara, la creación de una versión falsa de nosotros mismos para escondernos detrás. Es como una fotografía de Instagram editamos la versión de nosotros mismos. Pero en el fondo, la razón por la que hacemos esto es porque realmente tememos ser plenamente conocidos, nuestras luchas, temores e inseguridades ocultamos.

Debido a la máscara que llevamos puesta, proyectamos la idea de la máscara en Dios, si la gente en este mundo necesitan ver una máscara de mi vida, entonces Dios debe ver la misma. Dios no necesita saber mis fracasos y angustia; él sólo tiene que saber lo que quiero mostrarle. Podernos decir que Dios está lleno de gracia y de compasión, pero no es hasta que nos quitamos la máscara y dejar que nos llene que esto es real. Es como tener una herida y cubrirla con una curita. Pero la herida no sanará hasta que nos quitemos la curita, la limpiemos y apliquemos medicina.   Nuestras inseguridades, nuestro dolor no se pueden recuperar hasta que nos quitamos la máscara y dejamos que el amor incesante de Dios penetre y nos sane de adentro hacia fuera. Jesús no murió por la máscara, él murió por ti, cada parte de ti. No se trata de lo que has hecho; se trata de lo que Dios ya ha hecho por ti.

¿Detrás de qué máscara te escondes? Cualquiera sea la máscara que tengas en la actualidad, Dios te ve; él te quiere y te persigue. Habrá gente que no te acepta, pero eso no debe hacer  que te escondas. Sé tú mismo, quita la máscara y deja que Dios diga lo que eres.

“Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!” (Salmos 139:14-14 NVI).

15 10, 2015

Nuestro miedo se hace realidad

2019-09-02T12:50:58-05:0015 octubre, 15|

 

“Ya he perdido la paz. Mis peores temores se han hecho realidad”

Job 3:25

¿A qué le temes?

A que tu familia esté mal, que te despidan del trabajo, que te choquen, no alcanzar tus sueños, estar sol@, al rechazo, a no tener dinero, a no ser escuchado, al compromiso, a la enfermedad.

Job, es un personaje que la Biblia menciona. Investigadores dicen que él era una especie de rey o príncipe y tenía un imperio grande, otros dicen que era un comerciante, tenía ganado vacuno, ovino muchos camellos, siete hijos y tres hijas, tenía una buena salud y, lo perdió todo, estuvo en la miseria total y reconoce que sus miedos, se hicieron realidad. Lo que le paso a Job fue por culpa de sus miedos, no porque Dios lo permitió.

Recuerda que tus miedos se hacen realidad. Tus miedos son una emoción que está dentro de ti, esta emoción genera un pensamiento, un pensamiento es una semilla que estas sembrando y que todos los días la riegas, abonas, alimentas. Ese miedo que siembras empieza a producir un tallo, el tallo con el tiempo crece, se vuelve un tronco grueso que tiene ramas, es decir se hace un árbol, con el tiempo este árbol empieza a dar frutos. Un árbol no da un solo fruto.

Las carencias, las pruebas, las necesidades, las dificultades, las crisis que estás pasando, son un reflejo de tus miedos, el miedo es una emocion negativa y fuerte

Nuestros miedos se hacen realidad. Si tienes miedo a enfermarte, te vas a enfermar.

Te has de preguntar, ¿Qué solución me das?

La solución que te doy es:

A.-por cada emoción negativa que tengas, es decir por cada miedo te preguntes: ¿Por qué tengo esta emoción? o ¿Cuál es la causa de esta emoción?

B.- Luego, escribe ese miedo y describe lo que sientes

C.- Y, junto o a lado a lo que escribiste, redactes tres o cuatro emociones positivas, es decir; afirma y declara lo mejor.

 

Para que desaparezcan estas emociones malas, debes:

1.- Cambiar de frecuencia, de emisora, de canal, de ambiente, de conversaciones, de lugares, de amigos, lo que escuchas, es decir; sintonizar otra cosa.

2.- Trabajar en tus pensamientos, es decir aprende a pensar diferente.

3.- Llenar de cosas buenas tu corazón.

Porque si escuchas, si ves, si conversas lo mismo, no vas a obtener el cambio anhelado, vas a seguir obteniendo los mismos resultados.

Realiza tu donación mediante Transferencia Bancaria

Mi promesa de Donación: Eres parte de HCJB

Donaciones mediante depósito o transferencia:

Realiza tus donaciones directamente o en línea en cualquier agencia del Banco del Pichincha. Cuenta de ahorros Banco Pichincha # 22 02 49 71 71
Para transferencias bancarias: Por favor indique el número de RUC 1792518601001 Misión HCJB La Voz de los Andes Ecuador.
Notifique su depósito al correo: [email protected]
¡Atención! Por favor copie bien este número de cuenta y asegúrese de escribirlo correctamente al momento de su depósito.
Haz tu donación en línea con tu tarjeta de crédito o débito nacional o internacional con total seguridad a través de nuestro portal de donaciones Haz clic aquí

Donaciones mediante depósito o transferencia:

Realiza tus donaciones directamente o en línea en cualquier agencia del Produbanco o Servipagos. Cuenta de ahorros Produbanco # 12 00 58 38 84 9
Para transferencias bancarias: Por favor indique el número de RUC 1792518601001 Misión HCJB La Voz de los Andes Ecuador.
Notifique su depósito al correo: [email protected]
¡Atención! Por favor copie bien este número de cuenta y asegúrese de escribirlo correctamente al momento de su depósito.
  • Débito bancario: Realiza tu donación por medio de tu cuenta bancaria del Pichincha o Produbanco llenando los datos solicitados en el formulario. Envía el documento firmado al correo electrónico [email protected] o entrégalo en nuestras oficinas.

Descargar Formulario: Click Aquí