La mujer y el trabajo en equipo
Es gratificante pertenecer a un equipo de trabajo, conocer el rol que cumples, apoyar en el cumplimiento de metas globales, ser reconocida por tus esfuerzos, aportar con ideas e incluso ser mediadoras en la resolución de conflictos. De seguro existe un área en el equipo en la que puedes desarrollar tus dones y talentos.
Ser parte de un equipo nos motiva a desarrollar algunas cualidades: confiar en la responsabilidad que cada persona asume:
- Delegar responsabilidades: recuerda que no tenemos súper poderes.
- Hacer seguimiento a las fechas planteadas en las reuniones; y
- Nunca olvides celebrar con tu equipo los logros alcanzados, sean pequeños o muy grandes, la celebración debe ser parte de la cultura organizacional que promueves.
A las mujeres, nos gusta conversar, sin duda alguna, pero conversar no es lo mismo que comunicar. John Maxwell, en su libro “17 Leyes del Trabajo en Equipo” describe la ley de La Comunicación: en un equipo de trabajo debes estar hablando y escuchando a la vez. ¡Para mi es lo más importante! Recuerda que cualquiera que sea tu posición dentro del equipo tendrás buenas ideas, y otros también tendrán buenas ideas, no necesariamente serás quien tenga la idea más brillante. Permite que otras personas puedan potenciar su creatividad.
Somos responsables de contagiar pasión y compromiso con los colaboradores que te rodean, por lo que te recomiendo estar conectada con consejos de liderazgo, la palabra de Dios y la oración para que tus acciones hablen más que tus palabras.
Así como en el trabajo nos desarrollamos rodeadas de personas y siendo parte de un equipo, en casa también sucede lo mismo: tu esposo, los niños, la mascota… son el equipo más valioso que armamos, el permanecer juntos, tener sueños en común, planes para el futuro, deben ser las metas más valiosas para tu vida. De esto hablaremos en una próxima ocasión.