Las palabras materializan la realidad
Probablemente yo hago parte de la “inmensa minoría” de personas que no necesitamos del despertador para levantarnos puntualmente en la mañana. Es decir para mi es suficiente “ordenarle” a mi cerebro que se despierte a las 4:30 a.m. todos los días. Un experimento realizado por científicos rusos y búlgaros muestra que pensar en algunas palabras al tiempo que se memoriza su posición en el espacio donde están escritas, activa la parte del espacio correspondiente a su significado.
Una palabra es capaz de potenciar la sensación de realidad de un objeto en el espacio, a pesar de que ‘no haya’ ningún objeto, digamos arriba, abajo, lejos, cerca, etc.
Los científicos basaron su investigación en la idea de la denominada estimulación mental, con el fin de mostrar que el pensamiento humano puede ser material.
Una palabra es capaz de potenciar la sensación de realidad del objeto en el espacio, a pesar de que no haya ningún objeto ni palabra.
Datos recientes muestran que la simulación mental no es muy diferente de la situación real, en términos de la percepción de nuestro cerebro. Para el cerebro la situación real y su simulación es un solo evento.
La Biblia enseña que la lengua tiene poder y puede dar vida o muerte con las palabras. La bendición es una oración a favor, mientras la maldición es una oración en contra. La bendición es una acción benéfica, pero la maldición es una obra maléfica.
Si creemos bien, vamos a hablar bien, si creemos mal, vamos a hablar mal. Nuestras palabras revelan la fe que tenemos y no solamente la fe que tenemos, sino también lo que hay en nuestro corazón.