En la soltería, Jesús es el Tesoro, no el premio de consuelo

El corazón me latía a mil por hora.  Tenía pocas semanas de haberme iniciado en el running y esta era mi primera carrera, y lo mejor era que podía correrla con mi perrita, Sisa.  El premio para el primer lugar era comida para perro durante todo un año y otras cosas más.  Cinco, cuatro, tres, […]