Un Corazón Flexible Logra Más
Una de las virtudes que las personas debemos cultivar en este tiempo es la flexibilidad al cambio. Eso nos permitirá asimilar y responder ante los diferentes eventos de la vida de manera acertada. La flexibilidad no implica solo tolerancia, sino imaginación propositiva para plantear soluciones nuevas aun a muchos problemas tradicionales.
Para que alguien logre ser flexible debe tener una misión clara y una perspectiva no convencional para hacer las cosas. Por ejemplo, saber para qué existe uno es tan importante como saber dónde, cuándo, cómo y con quién alcanza sus fines.
Sabemos que el mundo en el que vivimos hoy es diferente al de ayer, pero ello es determinante compremder cómo expresar con efectividad nuestra respuesta a las necesidades y circunstancias que tanto las personas como organizaciones esperan de nosotros.
Nuestras ideas deben estar enfocadas con imaginación para que no regresemos a la normalidad de la vida acomodada según la costumbre y la rutina. La flexibilidad al cambio requiere de intuición, sentido común y sabiduría.
Las personas, las relaciones, el trabajo y las mil y un responsabilidades requieren ser tratadas con menos dureza y más sutileza. De este modo ayudaremos a otros a vivir con mayor intensidad y fortaleza. Para influir en los demás se precisa de firmeza; pero también de mucha flexibilidad, paciencia y compasión.