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26 09, 2017

Mientras Nuestros Jóvenes Ingresan a la Universidad

2017-09-26T17:59:09-05:0026 septiembre, 17|

La generación actual está experimentando cambios drásticos que en nuestra época no vivimos, para nosotros al terminar el colegio era fácil planificar el futuro, continuábamos con una carrera técnica o la Universidad, incluso con profesiones que eran muy comunes: la docencia, abogacía, medicina, veterinaria o carreras administrativas. Pero en la actualidad los cambios radicales de los últimos años ha golpeado fuertemente a nuestros jóvenes, hacen los exámenes de ingreso a las universidades y por diferentes razones, no ingresan.

¿Cómo enfrentar este cambio de planes forzado?, ¿Cómo motivarlos a seguir adelante?

Cuando nuestro 2do hijo termino el Colegio, tuvo que presentar el examen de admisión a la Universidad, era obligatorio, fue tanta la presión que sintió, que incluso sugirió poder estudiar en otro país, recuerdo que las palabras que le dijimos fueron: “Que a Dios estos cambios no lo sorprenden, que él conoce sus destrezas y capacidades y confía en que lo lograría, que debía descansar en lo que había sembrado en los últimos años de Colegio.

Mi esposo y yo habíamos planeado la opción “ b”, por si no ingresaba a la Universidad y aun así pensábamos que Dios dirigiera nuestras decisiones, que en todo, si hemos cumplido nuestras
responsabilidades, Dios tiene un propósito.

Si nuestros jóvenes han sembrado y no ingresan en su primer intento, debemos darles opciones; quizás pueden trabajar en alguna área que los prepare para la carrera que han elegido, combinarlo con idiomas, arte y si han sentido en su corazón el llamado a servir a Dios, prepararse en alguna escuela bíblica, entrenar su carácter, involucrarlos en actividades misioneras, sin perder de vista su proyecto de vida.

Simplemente hacer ajustes, reconocer que todo ayuda a bien a los que amamos a Jesucristo”. Creo que la mayoría de jóvenes deben ser afianzados en su fe a través del estudio de la palabra y el servicio, sabiendo que si uno de nuestros hijos ha sembrado, Dios guía sus pasos. He visto muchos jóvenes que antes de ingresar a la Universidad deciden un año en otras culturas para aprender de la palabra y experimentar en el campo las misiones y ahí Dios conquista su corazón, afianza su llamado, su misión de vida y ellos definen su vocación con seguridad, cada joven es diferente, como padres seamos flexibles a lo que Dios dirige para nuestros hijos, en nuestro caso personal con cada hijo ha sido diferente dependiendo su llamado de vida, y con la guianza de Dios nuestros jóvenes pueden ser direccionados.

Lo que estoy segura que es un gran error es permitir que nuestros jóvenes tomen un “año Sabático”, sin ninguna responsabilidad, argumentando que están cansados, ¡noooo!
Recuerdas el dicho de nuestros abuelitos: “La pereza es la madre de todos los vicios”, pues es cierto, la Biblia dice que la “gloria del joven es su fuerza”, no es posible entonces dejar a un joven tan libre o suelto, sin brújula, es decir perdido.

Nuestros hijos son el motor para su generación que crezcan, pero con propósito, con un proyecto de vida, bendecido por una vida de oración de padres comprometidos.
Todo tiene un propósito para ser entrenados si obedecemos a Dios, deja que tus jóvenes brillen y anímalos a vivir comprometidos con Dios y su generación.

Ciertamente David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios,

murió, fue sepultado con sus antepasados, y su cuerpo sufrió la corrupción.

Hechos 13: 36 NVI

11 06, 2015

¡Terminé la secundaria! ¿Y ahora qué hago?

2019-07-07T04:53:59-05:0011 junio, 15|

Hemos llegado el punto de esa época del año, cuando la mayoría de ustedes pronto se enfrentará a sus exámenes escolares finales. Y todo el mundo ha comenzado preguntarle éste pregunta:

«¿Qué vas a hacer cuando salga de la escuela?» O dicho de otra manera,

«¿Tienes alguna meta que deseas lograr en la vida?»

¿Qué hay en tu lista?

Ahora es una pregunta interesante y, a menudo un buen tema de conversación – y para ser honesto, la cuestión no es sólo reservado para aquellos terminar la escuela. Lo pedimos de gente todo el tiempo. ¿Y cuáles son las respuestas de las personas? A menudo son cosas como:

  • Consigue trabajo de mis sueños
  • Compra una casa
  • Tener una familia
  • Potencialmente, incluso ser famoso un día

Ahora bien, estas cosas no son malas en sí mismas. Convirtiéndose en el principal objetivo de nuestra vida, sin embargo, es un problema.

Entonces, ¿qué debe su principal objetivo en su vida ser?

No aquellos excelentes resultados escolares. No es la relación perfecta. No es el trabajo de sus sueños. No es la casa perfecta con una piscina. Pero en cambio, nuestro objetivo debe ser … en lugar de tener una relación más cercana con Dios.

Haga esta su objetivo en la vida y vivirás una vida que parece radicalmente diferente y que tiene un significado!

28 05, 2015

Lo que me espera

2019-07-07T04:53:59-05:0028 mayo, 15|

A menudo, me pregunto ¿Qué será de mí en 5 años? La verdad es que muchas veces me he preocupado por mi futuro y he llegado a pensar que no estoy preparado para lo que me depara el destino.

Quizás te has preguntado lo mismo, déjame decirte algo muy valioso, algo que cambió totalmente mi manera de ver y confrontar la vida. Esto es: comprender que no hay que estresarse por las cosas que vendrán y vivir el presente para cada día escribir nuestra historia, un día a la vez.

Esto no quiere decir que no hay que pensar en lo que me espera sino que no debo afanarme por ello. Cada momento que pasa y cada decisión que tomo están definiendo lo que va a ser de mí en el futuro, y yo decido aprovecharlo o no.

Es hora de pensar en las cosas que de verdad importan y tratar cada día de ser mejores que el día anterior, te recomiendo a Jesús para lograrlo. Él es una buena decisión, probablemente la más importante de tu vida.

Ahora el futuro ya no me inspira miedo, porque se en quién he puesto mi confianza y puedo descansar en Jesús, sabiendo que Él siempre quiere lo mejor para mí.

Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.

(Jeremías 29:11)

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