Mis ídolos de carne (parte 2)
En la primera parte vimos cómo podemos hacer ídolos de otras personas, especialmente de aquellas que no conocemos y vemos a través de redes sociales. A continuación te daremos tres verdades más para cultivar tu relación con Dios y para amar a tu prójimo sin convertirlo en un ídolo.
- Dios te llama y te lleva a sí mismo
Dios te ama tanto que dio su vida por ti. Él te busca. No andes mendigando el amor de otros o buscando llenar vacíos de las expectativas o sueños que te haces respecto a alguien
- Qué es lo real y quién es real.
Mira qué es lo real de esa persona y qué es lo que buscas al ilusionarte con alguien que ni siquiera conoces. Mira la realidad desde un punto de vista externo, como lo vería una amiga que te dice la verdad. Si puedes ponerte en ese lugar, verás que estás construyendo ilusiones sobre la arena, sin tomar en cuenta ni la opinión ni el consejo de Dios.
- El amor se basa en el conocimiento
No amas realmente si no conoces personalmente. La esa ilusión que tienes se basa en un ideal que no existe y que si no lo controlamos, poco a poco puede ir convirtiéndose en obsesión. Deja que Cristo escriba con su mano tus sueños, que son sus sueños.
- Publicar en las redes sociales puede ser peligroso.
Recuerda, que aunque sea un chiste o una broma, le estás mostrando al mundo y a tus 125265 amigos de Facebook o 55862 seguidores de twitter una parte de tus ilusiones y de tu corazón que puede ser jugado en tu contra. Si te gusta o admiras a una persona, habla con tu círculo cercano, es peligroso compartirlo en un lugar público.
Finalmente, te dejo con una frase del pastor Michel Sugelen hablando específicamente de las celebridades que admiramos
“Incluso podemos llegar a pensar que tales personas son más importantes en la presencia de Dios que aquella madre cristiana que casi nadie conoce fuera del círculo de su familia y de sus hermanos en la fe, y que está luchando en dependencia del Señor para criar a sus hijos para Él. O aquel pastor de una iglesia rural que solo tiene 20 miembros y que nunca va a ser invitado a predicar en una iglesia reconocida.”