Oraciones… ¿sin respuesta?
No sé si alguna vez has deseado algo con todo tu corazón y te has esforzado por conseguirlo, has orado y orado y nada de lo que pediste se te ha dado. Bueno, si es así, bienvenido al club.
Cuando estás atravesando un largo camino de dolor y lo único que pides es un milagro. Sientes que ninguna de tus oraciones reciben respuesta que tu corazón permanezca firme en quien has creído pues Él permanece fiel aunque nuestro dolor no nos permita verlo.
Ahí es donde debemos recordar más que nunca quien es nuestro salvador y la fuerza de lo que ha hecho por nosotros. En estas épocas es cuando necesitamos de hermanas y hermanos que nos sostengan en oración. Que nos visiten y que nos recuerden el evangelio.
Cuando estamos en estas crisis y cuando no hemos recibido el milagro que hemos pedido es cuando más nos debemos aferrar a Dios y su palabra. Ser sinceros y decirle: Necesito que me ayudes a permanecer, ayúdame a creer y a amarte pese a todo, porque con este dolor pienso que no puedo.
Dios está a nuestro lado siempre y ese es nuestro consuelo, nuestra esperanza y nuestra verdad en el momento de dolor.
-Rodéate de hermanos piadosos que oren por ti y te recuerden el evangelio. (Comunidad)
-Lee la palabra de Dios, aférrate a su verdad. (Verdad)
-Pídele a Dios que te sostenga y fortalezca, que te mantenga tu fe y vita en él. (Comunión)
Esa etapa cuando pides y pides y pides y analizas y dices: “por qué no se me da si lo que estoy pidiendo no es nada malo”, quizás es un milagro y cuando recibes respuesta a tus oraciones reniegas, te recientes, te alejas e incluso dudas de tu fe. Cuando esto sucede debemos meditar en lo que está sucediendo te das cuenta que sí has recibido respuesta, sólo que quizás no la que tu querías.
Creo que cuando oramos siempre hay un efecto, tal vez no recibas lo que pides pero Dios siempre hace algo. Pues cuando la repuesta es afirmativa, que bueno, pero cuando es negativa él igual está trabajando en tu corazón, está formando algo invisible ante tus ojos. Atraviesa las aguas del dolor confiando en su fidelidad.