Hábitos saludables para Evitar los problemas digestivos
- Comer solo lo necesario
Comer más no significa alimentarse mejor. El exceso de comidas causa pesadez, mala digestión y muchos otros problemas.
Cuando comemos en grandes cantidades, el cuerpo tiene que trabajar más para procesar los excesos. Produce más enzimas para descomponer la comida y esto le obliga a producir más ácido estomacal, que causa el reflujo ácido en el esófago.Comer en abundancia también provoca gases y acelera el metabolismo, lo que produce agotamiento, sudoración y sensación de calor.
- Equilibrar la comida
Las comidas deben estar compuestas por vegetales, proteínas y carbohidratos saludables. El doctor Gonzalo Guerra, especialista del Centro Médico Quirúgico de Enfermedades Digestivas de Colombia, recomienda minimizar el consumo de grasas. Como proteína aconseja comer carnes magras como pavo, pollo y conejo.
Los alimentos procesados suelen tener grasas trans, que están asociadas a problemas cardiovasculares y estomacales, como úlceras, colitis e irritación del sistema digestivo.
Estas comidas también tienen aditivos que, según estudios, provocan mayor permeabilidad al intestino, lo que puede producir inflamación intestinal, dolores de cabeza y alergias alimenticias.
- Comer fibra
Los alimentos con fibra tienen múltiples beneficios para la salud estomacal y una buena digestión. La fibra ayuda a limpiar el trato digestivo y le da mayor volumen a las heces, lo cual ayuda contra el estreñimiento. Por esa razón se recomienda comer frutos secos, legumbres, verduras, cereales y frutas.
- Controlar el estrés
El sistema digestivo y el cerebro están conectados por más de 100 millones de células nerviosas, que transmiten información en los dos sentidos. Por eso sentimos mariposas y cosquillas en el estómago ante ciertos estímulos emocionales.También, el estrés afecta a la salud estomacal, como demuestran varios estudios que ligan malestares como la diarrea, el estreñimiento, la acidez y la gastritis al estrés. Apoyarse en técnicas para controlar el estrés, como meditación, yoga o ejercicio, ayuda a la salud mental y, por lo tanto, a la salud digestiva.