3 09, 2019

No todo en un error es malo…

2019-09-03T14:24:06-05:003 septiembre, 19|

A nadie le gusta cometer errores, y es natural. Cuando somos jóvenes, los errores eran un “no-no” de nuestros padres y simplemente no podían ser aceptados. A medida que pasan los años, el sentimiento de aprensión asociado con cometer errores se ha quedado impregnado en nuestra mente. Pero el fracaso puede ser instructivo, y no siempre necesitamos protegernos de él. Aquellos que pueden aceptar los errores encuentran un tremendo crecimiento personal. Siempre hay alguna joya que se encuentra en el error.

Los errores:

Nos despiertan.
Nuestros errores nos hacen prestar más atención y nos muestran que tenemos que arreglar algo que está mal en nuestras vidas. De hecho, a veces los errores nos permiten mirar la vida desde otra perspectiva.

Hacen que te enfrentes a ti mismo.
Debes estar dispuesto a decirte a ti mismo “estás mal”, después de cometer un error. Usualmente cuando erramos, tendemos a culpar a alguien y esto te hace sentir bien, por un rato; pero vivir en negación te lleva al enojo. Es necesario admitir que te equivocaste.

Te permiten animar a otros.
Mencioné sobre ser honesto contigo mismo, pero admitir tus errores a otras personas les animan a enfrentar los suyos y saber que no son los únicos que fallan.

Enseñan una lección.
Da un paso atrás y mira el panorama general porque cuando estamos mirando algo demasiado cerca, a veces nos perdemos en los detalles.

Siempre hay algo de valor que se puede extraer de un error. El fracaso te ayuda a volver a la realidad y te permite estar más fundamentado. Si deseas hacer espacio para la felicidad, aprende la lección y corrige.

Los errores no tienen que ser algo totalmente malo. Te pueden ayudar a aprender, crecer y ser más fuerte. Una vez que aprendas a aceptar tus errores, pueden ser utilizados como un trampolín para hacerte una mejor persona.

3 09, 2019

Cómo usar tomates para disminuir la presión arterial alta

2019-08-27T11:42:02-05:003 septiembre, 19|

Lo ideal es que las personas con presión arterial alta consuman cuatro tomates crudos al día. Sin embargo, esto resulta monótono y no muy agradable después de un tiempo. Lo bueno es que hay formas deliciosas de introducir una importante cantidad de tomates a la dieta.

La primera forma, y quizá la más obvia, es hacer salsa de tomate y ponerla en los alimentos. El tomate va muy bien con casi todo. Puedes añadirlo a los fríjoles, a las pastas y a casi todas las preparaciones de sal. Le da un sabor maravilloso a casi todos los platillos.

Uno de los aspectos interesantes es que el tomate mantiene sus propiedades nutricionales, sin importar el tipo de preparación que se haga. Por eso puedes tomarlo en jugo, hacer una crema de tomate o comerlo en alguna ensalada.

Por su parte, el tomate de árbol casi siempre se toma en jugo. También se puede hacer una salsa para acompañar platos dulces o salados, o preparar una rica torta a base de este fruto.

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