¿Dios se enoja si me quejo?
Desde hace varios años he recibido una pregunta: ¿Dios se enoja si me quejo?
Dios escucha todas nuestras oraciones, desde aquellas peticiones que parecen sencillas, hasta las conversaciones más complejas. Obviamente, las quejas también son parte de una conversación, y Dios no se enoja si te quejas.
Quejarnos es parte de nuestra sinceridad y si has tenido una semana difícil, no necesitas aparentar nada, puedes decir con tranquilidad y frustración «Papá, me siento mal porque esta semana…», «Dios, realmente esperaba que esto sucediera y no pasó», «Dios, a veces siento que no me escuchas». Toda queja es bienvenida, y toda queja tiene su respuesta.
Hay que recordar que Dios no se bajonea con nuestros lamentos. Él no tiene problemas de autoestima, así que puedes dejar de pensar que si le dices cómo te sientes él se va a deprimir. Dios es Dios, es más grande que nosotros y él no está sujeto a nuestro estado de ánimo. Nada de lo que le digas hará que él sea menos Dios.
David, el rey, se quejaba muchísimo. Puedes leer los salmos y enumerar la cantidad de quejas que existen en 150 capítulos. No se contenía ni fingía que todo estaba bien. En esa honestidad, Dios también obraba y respondía las quejas.
Si tienes algo para quejarte, hazlo, ¡quéjate! y después de eso, escucha. Dios, como buen padre y soberano, está en control de todo y sabe de tu decepción, frustración, dolor o incomodidad. Eres bienvenido en la iglesia para quejarte, porque el padre que escucha tu queja, también responde tu oración.
Y si no me crees, te comparto una de las quejas más famosas de David, que también tuvo respuesta en su corazón, reconociendo a Dios en el momento de dificultad.
Señor, ¡cómo han aumentado mis enemigos!
Son muchos los que me atacan,
son muchos los que me dicen
que tú no vendrás en mi ayuda.
Pero tú, Señor, me rodeas como un escudo;
eres mi orgullo, el que sostiene mi vida.Salmo 3:1-3 (RVC)