No me dijeron que descansar también es adorar… En esta parte 2 hablamos de soltar el traje de “supermujer”, aprender a delegar, pedir ayuda y encontrar otros propósitos además del hogar. Con la historia de Marta y María, aterrizamos cómo pasar del afán a la presencia: menos perfección que amarga y más gracia que sostiene. Respira, recibe y camina acompañada.