Coches, carros y autobuses inundan las calle con gente tratando de llegar de un lugar a otro. Interminable lista de tareas pendientes y esas cosas en nuestras vidas que no podemos hacer todos los días son cosas que nos impiden hacer las cosas que realmente queremos hacer. Y ese momento cuando vamos a la cama y pensamos en todo lo que hicimos, también eb las que no hicimos. Nuestras mentes parecen estar siempre llenas de preocupaciones por no conseguir que se haga algo.
¿Podría haber una forma de salir de esto? ¿Qué pasaría si no tuviéramos que preocuparnos por el mañana? ¿Y si nos liberamos de las exigencias de este mundo?

Eso es una locura, ¿verdad? No podía estar lejos de nuestras tareas diarias. Aunque eso puede ser cierto, hay libertad.

Mateo 6: 32-34 dice: «Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas«. (NVI)

Dios nos da la libertad de no preocuparse por el mañana. Él conoce nuestras necesidades, y nos proveerá. Por lo tanto, haz una lista de la cosas por hacer, pero no dejes que te absorva tanto al punto que pierdas tu libertad.

ESCRITO POR: Ashley Arneson