19 06, 2018

EL ABRAZO QUE MARCA VIDAS

2018-06-19T09:36:52-05:0019 junio, 18|

Me gustaría hacerte unas preguntas que te llevarán a viajar por el tiempo: ¿Quién fue el primer hombre que te abrazó y te dio un beso cuando eras una niñita? ¿Quién fue el primer hombre que te consideró una pequeñita muy especial entre todas las demás niñas?

Me imagino que la respuesta fue: “mi papá”.  Tal como lo dice el escritor Norman Wright: Todas las experiencias con su hija fueron vitales para el desarrollo de su femineidad. La atención amorosa del padre a su hija, la prepara para su papel singular de novia, prometida y esposa.

Los padres son la primera influencia masculina íntima en la vida de las niñas.  Esto significa que este rol  probablemente marcará la futura relación de las hijas  con los hombres en su edad adulta. ¿Cómo? Por medio de la demostración de amor del padre hacia su esposa. Ella será consciente de que puede ser amada de la misma manera.  Además el padre ayuda a la hija a desarrollar la femineidad y la personalidad. Como papá hazle saber que es preciosa, inteligente, que se sienta valorada siempre.
Dale toda tu atención y comparte todas aquellas cosas que son más importantes para ella y que le hacen feliz.

Los expertos señalan que en medio del campo de batalla en el cual vivimos, donde los tiranos destruyen, mal tratan, y pisotean, nuestras hijas pueden acudir a ese lugar seguro llamado hogar.  El papá que brinda un hogar seguro –no perfecto- pero donde el amor de Dios es real permitirá que sus hijas acudan a él en momentos difíciles.  Ella se refugiará en el amor que un padre puede ofrecer. Es por eso papá, cuando tu hija llore, ofrécele la seguridad de tu abrazo, porque no hay lugar más seguro que los brazos de un padre. Aquel que ha sido incondicional y su fuente de inspiración.

Papá, si has estado ausente en la vida de tus hijos, es hora de que te involucres, sobre todo con tus hijas. Tu hogar es la escuela de la vida para ellas y lo que les enseñes ahí les quedará impreso para el resto de sus días. Si tu vida está desordenada, arrepiéntete hoy, ponte a cuentas con Dios y empieza a prestarle atención a lo que importa de verdad.

15 02, 2018

El amor de Isaac y Rebeca (La Galería de la Fe)

2019-09-09T00:12:50-05:0015 febrero, 18|

Hoy nos hemos asomado a los amplios pasillos de la Galería de la Fe para encontrarnos con un cuadro enternecedor que refleja muy bien la manera cómo se llevaban Isaac y Rebeca, dos esposos mayores que estaban en una tierra extranjera sobreviviendo a un tiempo de economía escasa. Al llegar a la región de Gerar, Isaac, el hijo de Abraham, al notar que Rebeca, la dama que tiene como esposa, era una preciosa mujer, le pide que por favor diga que es su hermana y no su esposa. Ello debido a que él calculaba que en esas tierras donde no había temor de Dios cualquiera podría matarlo sólo para robarle a su amada.

El plan parecía marchar bien, además su papá Abraham también lo había ejecutado de igual manera. Pero sucede que Isaac es de esos esposos que mima a su amada, que la acaricia y que le dice cosas lindas al oído. A la vez que se siente complacido cuando su esposa le pasa su suave, pequeña y delicada mano por el rostro o por el cabello, le habla a un centímetro de su boca y le da tiernos besitos.

Y aconteció que en uno de esos días en que los dos estaban en un lugar donde se supone que no iban a ser detectados por algún paparazzi, el rey Abimélec, asomándose por la ventana, vio la escena y se sorprendió. ¡Ajá! Dizque hermanos, estos dos son pareja y se aman de verdad, concluyó el monarca.

Razón por la cual mandó llamar a Isaac y lo confrontó. Isaac entonces no tuvo más remedio que decir la verdad y confesar que temía que la gente del lugar al ver la belleza que tenía como esposa, intentara matarlo y quitársela.

De todas maneras la historia terminó bien, pues dicha situación fue aprovechada por Dios para resolverla de forma muy favorable para Isaac y Rebeca. Y seguro que a partir de ese día, aunque fueran mayores, los dos ya no tenían reparos en demostrar su amor. Dos corazones unidos amorosamente por los invisibles hilos de la voluntad divina, Isaac y Rebeca en la Galería de la Fe.

3 04, 2017

Dónde encontrar la seguridad de ser mamá

2017-04-03T10:18:04-05:003 abril, 17|

Quizá hayas pensando esto más de una vez “¡Qué difícil es ser mujer, súper difícil ser esposa y casi imposible ser mamá!”

¿Recuerdas la recta numérica? Números positivos hacia un lado y números negativos hacia el otro. Muchas veces estamos en el lado positivo y negativo de la misma, con un pensamiento que permanece en nuestra mente por días enteros: “Soy demasiado…”.  Demasiado buena o demasiado mala.

Tendemos a juzgar todo lo que hacemos y somos muy duras en medir o calificar nuestro rol de esposas y madres. Buscamos la perfección en las actividades que hacemos para garantizar que todo en el hogar se desarrolle con un ritmo constante. Nos frustramos fácilmente cuando algo nos sale mal o si está fuera de lo que hemos pensado. Nos estresamos y muchas veces desahogamos estas fallas en nuestros hijos.

No permitas que la inseguridad y el miedo te roben el momento que estás viviendo con tus hijos; debemos mirar nuestro corazón. La Biblia es clara en Proverbios 4:23 RVC

“Cuida tu corazón más que otra cosa, porque él es la fuente de la vida”.

Porque es en tu interior donde Dios comienza a obrar, es ahí donde siembra esa semilla para desarrollar una influencia eterna que impacta la vida de nuestros preciosos hijos.

Permite que tu corazón sea el lugar donde Dios pueda trabajar de manera libre; cede a Sus planes y propósitos todo lo que has planeado, deja que te guíe a cumplir Su voluntad de una manera firme y segura. No importa el esfuerzo o las dificultades que tengas que atravesar en este precioso camino de la maternidad. Todo lo que hagas, nunca será en vano delante de Dios. Confía en Él, tus hijos necesitan una mamá segura de sí misma.

¿Te has preguntado cómo puedes dejar la queja y la preocupación de lado y comenzar a disfrutar de la vida que tienes? Acepta lo que eres delante de Dios, esa mujer que puede lograr sus metas, dejando sus preocupaciones delante del Señor y confiando en su fortaleza para sacar adelante a la hermosa familia que nos dio.

MDC/ag

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