11 10, 2018

AL AMOR DE MI VIDA: ¡GRACIAS!

2018-10-11T15:23:03-05:0011 octubre, 18|

Siempre he tenido la idea de que las relaciones son maravillosas. Claro, cada una tiene sus distintas etapas: algunas te enseñan a ser fuerte como pareja, otras logran unirte cada vez más, y algunas de ellas te hacen saber que esa persona es la indicada para pasar el resto de la vida juntos.

Cuando las grandes peleas suceden nunca nos detenemos a pensar en la persona que está a nuestro lado o en la forma en la que llegó a nuestra vida para hacernos felices. Es por eso que hoy puedo decirte todo esto que jamás habría pensado expresar.

Amor, cuando llegaste a mi vida causaste una gran revolución, no importa si terminábamos como pareja o no, tú ya estabas dentro de mi historia. Desde el momento en que te miré sabía que serías el motivo por el cual despertaría en las mañanas y por el que mis días estarían llenos de risas; hasta ahora te has convertido en uno de mis mejores motores para seguir adelante.

Cambiaste toda mi perspectiva, me diste una gran razón para amar la vida, me ayudaste a crecer y a madurar. Te doy gracias porque hasta ahora me has enseñado que cada persona es diferente, que no todos quieren hacernos daño, que a pesar de las malas experiencias, me entregas todo lo que eres y eso me llena de confianza.

Me has ayudado a entender que la vida en pareja no sólo se trata de risas y besos profundos, que también existen las peleas difíciles, pero con amor, atención y respeto cualquier problema se resuelve. Me diste seguridad, derrumbaste esa armadura que me protegía, porque estando a tu lado ya no sería necesaria. Ahora te he dado mi corazón completo y sé que lo cuidas como el tuyo propio.

Tengo que admitir que después de tantas malas experiencias vividas antes de ti, tenía miedo; me sentía aterrada de que esto no funcionara, de que todo se tratara de una mentira cruel, que cada historia que viví en el pasado se repitiera, pero ahora con más fuerza. Gracias a tu corazón tan noble, a tu apoyo incondicional y a todo el amor que me brindas, esa mentira se derrumbó. Pasaste de ser un desconocido a ser el amor de mi vida.

Uniste mi corazón hecho pedazos y lo hiciste latir de nuevo, si no hubiera sido porque Dios mismo te cruzó en mi camino, las sonrisas no hubiesen aparecido de nuevo. Eres la ilusión que atrapa mi corazón. Cambiaste mi vida, la hiciste hermosa, me llenas de una infinita paz y de amor incondicional. Para ser honesta no quiero caminar al lado de nadie más.

Gracias por mimarme, por mirarme y estar en el momento justo y en el lugar indicado para que yo te encontrara, gracias por llegar a mi vida. Por cada beso, cada palabra y cada buen momento que pasamos juntos. Gracias por compartir tus secretos. Gracias por ser siempre tú. Pero sobre todo, gracias por entrar en mi vida en el momento en que más lo necesitaba. Gracias por enseñarme a amarte y por demostrarme que Dios si creó un amor… para toda la vida!

Tomado y adaptado de: okchicas/web

16 08, 2017

Hasta que la muerte nos separe

2017-08-16T18:09:14-05:0016 agosto, 17|

Hace poco mirando con mi hijo algunas curiosidades en el celular, resaltó una muy tierna; ¿sabias que las nutrias marinas duermen tomadas de las manos?, yo tampoco lo sabía, y me enterneció en su compromiso y amor tomarse de las manos para no separarse. Otra que llamó mi atención fue la del cisne, al estar con su pareja, si uno de ellos muere, el otro le será fiel el resto de su vida. Es impresionante que Dios en su creación nos dejara tantas enseñanzas de sus principios.

¿Que diremos de Adán y Eva?, Eva se mantuvo junto a su esposo cuando él era el representante de Dios para toda la creación, el administrador, pero al cambiar las cosas, por equivocar sus decisiones y pecar, en el exilio también se mantuvo a su lado.

Mirar matrimonios de 50, 60 o más años de casados, cada vez es más eventual, te has preguntado: ¿Por qué? Hemos olvidado el compromiso de vida en honrar el matrimonio. Al casarnos, escuchamos del juez y del ministro: hasta que la muerte los separe. Palabras que traspasan el corazón y en ocasiones se olvidan.

En Mateo 19:1-9, a Jesús le cuestionan acerca del divorcio, su declaración es contundente: lo que Dios unió no lo separe el hombre. ¿Cómo mantener un matrimonio hasta que la muerte nos separe? ¿Es posible vivir con la misma persona el resto de nuestra vida? Creo firmemente que el diseño de Dios es perfecto, Dios nos regaló la familia como su diseño perfecto, El cree tanto en lo que diseñó que cuando Jesús, su hijo nació, fue a través del vientre de una mujer y entregado bajo el cuidado de un matrimonio: José y María.

Por eso te animamos a vivir tu matrimonio conforme al diseño de Dios, con un compromiso de por vida, en donde el matrimonio se base en una entrega total, en una ofrenda de tu vida y tu corazón, un compromiso que va más allá de las circunstancias, es mi compromiso de vida con Dios, primeramente, con mi pareja y con mis hijos.

La respuesta que Jesús da en Mateo 19, a la pregunta sobre el divorcio;

  • Es que al principio no era necesario esta ruptura, es decir si conocemos los principios de Dios sobre el matrimonio y los practicamos, conoceremos su diseño.

Los dos principios más importantes son:

  • La fidelidad que consiste en esa exclusividad que no puede existir una relación tan íntima con ninguna otra persona que con mi pareja.
  • La unidad que nos lleva a vivir con un sueño en común, una visión de vida por la cual luchamos juntos, esa unidad que atrae la presencia de Dios, (Mateo 18:18-20).
  • Jesús también responde que el divorcio fue permitido por la dureza de corazón, el binomio perfecto para vivir el matrimonio, es el amor y el perdón. No somos perfectos y sin darnos cuenta nos lastimamos, pero el principio de vida es claro:

El Amor cubrirá multitud de defectos, cuando has decidido amar y entregarte, El Amor nunca deja de ser y el Espíritu Santo derrama de su amor compasivo para perdonarnos.

Sabes porque la biblia declara que la relación de matrimonio es una analogía de la relación de Jesús y su iglesia, porque el éxito del matrimonio es la entrega total, incondicional por amor, como Jesús lo hizo por ti y por mí.

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