Siempre he tenido la idea de que las relaciones son maravillosas. Claro, cada una tiene sus distintas etapas: algunas te enseñan a ser fuerte como pareja, otras logran unirte cada vez más, y algunas de ellas te hacen saber que esa persona es la indicada para pasar el resto de la vida juntos.
Cuando las grandes peleas suceden nunca nos detenemos a pensar en la persona que está a nuestro lado o en la forma en la que llegó a nuestra vida para hacernos felices. Es por eso que hoy puedo decirte todo esto que jamás habría pensado expresar.
Amor, cuando llegaste a mi vida causaste una gran revolución, no importa si terminábamos como pareja o no, tú ya estabas dentro de mi historia. Desde el momento en que te miré sabía que serías el motivo por el cual despertaría en las mañanas y por el que mis días estarían llenos de risas; hasta ahora te has convertido en uno de mis mejores motores para seguir adelante.
Cambiaste toda mi perspectiva, me diste una gran razón para amar la vida, me ayudaste a crecer y a madurar. Te doy gracias porque hasta ahora me has enseñado que cada persona es diferente, que no todos quieren hacernos daño, que a pesar de las malas experiencias, me entregas todo lo que eres y eso me llena de confianza.
Me has ayudado a entender que la vida en pareja no sólo se trata de risas y besos profundos, que también existen las peleas difíciles, pero con amor, atención y respeto cualquier problema se resuelve. Me diste seguridad, derrumbaste esa armadura que me protegía, porque estando a tu lado ya no sería necesaria. Ahora te he dado mi corazón completo y sé que lo cuidas como el tuyo propio.
Tengo que admitir que después de tantas malas experiencias vividas antes de ti, tenía miedo; me sentía aterrada de que esto no funcionara, de que todo se tratara de una mentira cruel, que cada historia que viví en el pasado se repitiera, pero ahora con más fuerza. Gracias a tu corazón tan noble, a tu apoyo incondicional y a todo el amor que me brindas, esa mentira se derrumbó. Pasaste de ser un desconocido a ser el amor de mi vida.
Uniste mi corazón hecho pedazos y lo hiciste latir de nuevo, si no hubiera sido porque Dios mismo te cruzó en mi camino, las sonrisas no hubiesen aparecido de nuevo. Eres la ilusión que atrapa mi corazón. Cambiaste mi vida, la hiciste hermosa, me llenas de una infinita paz y de amor incondicional. Para ser honesta no quiero caminar al lado de nadie más.
Gracias por mimarme, por mirarme y estar en el momento justo y en el lugar indicado para que yo te encontrara, gracias por llegar a mi vida. Por cada beso, cada palabra y cada buen momento que pasamos juntos. Gracias por compartir tus secretos. Gracias por ser siempre tú. Pero sobre todo, gracias por entrar en mi vida en el momento en que más lo necesitaba. Gracias por enseñarme a amarte y por demostrarme que Dios si creó un amor… para toda la vida!
Tomado y adaptado de: okchicas/web